Mediante una carta enviada a Pedro Ferreras, Presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), la organización ecologista Greenpeace ha solicitado que el grupo empresarial que finalmente compre ENCE se comprometa a cambiar la política ambiental llevada hasta ahora por la empresa papelera.
La SEPI está a punto de elegir entre las tres opciones que compiten en el proceso de privatización de ENCE. "En este momento crucial de su historia, Greenpeace considera que es el momento para corregir la mala política ambiental de ENCE, que ha dejado una de las facturas ambientales más relevantes existentes en España" ha señalado Miguel Angel Soto, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace.
Greenpeace ha recordado al Presidente de la SEPI algunos de los conflictos ambientales cuya responsabilidad deben reconocer y asumir los futuros propietarios de ENCE. Estos son:
Las rías de Huelva, Navia y Pontevedra han sufrido durante décadas la acción destructiva de los efluentes de las factorías de esta empresa. En la ría de Pontevedra, por poner un ejemplo, los moluscos de banco marisquero de Placeres poseen niveles de mercurio de 10 a 100 veces superiores a los de otras rías. Celulosas de Pontevedra se ha negado a reconocer su responsabilidad y a restaurar el medio natural contaminado.
La existencia de cultivos ilegales de eucaliptos se extiende en el norte y noroeste peninsular incumpliendo la normativa vigente. Es el caso de empresas como CEASA (hoy propiedad de ENCE), que en el Concejo asturiano de Valdés, en una zona de alto valor ecológico, ha recibido la orden del Tribunal Supremo para arrancar una plantación de eucaliptos, sentencia que se niega a acatar.
La destrucción de la vegetación autóctona producida por ENCE en el Paraje Natural de Sierra Pelada (Huelva) ha perjudicado las poblaciones de buitre negro, especie en peligro de extinción.
También en Huelva, las plantaciones de eucaliptos de ENCE en el interior del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche contradicen el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de dicho espacio protegido y son, por tanto, ilegales.
Fuera de nuestras fronteras, en Uruguay, la falta de una adecuada Evaluación de Impacto Ambiental de las plantaciones de eucaliptos de ENCE ha producido problemas sociales en Cerro Alegre, en el Departamento de Soriano. Entre los impactos más evidentes de estos cultivos está la desecación de los pozos existentes por descenso drástico del nivel freático.
"Greenpeace reclama que entre las condiciones que se exija a la oferta finalmente ganadora se incluye el compromiso de reparar el medio natural dañado, el abandono de sus agresivas actuaciones en el interior de los espacios naturales protegidos y la mejora de la política social y ambiental en otros países", ha añadido Soto.
Greenpeace