La pesca del atún con arte de almadraba se localiza en las cercanías del Estrecho de Gibraltar, donde se concentra el paso de los atunes, delimitándose a las poblaciones de Tarifa, Bolonia, Zahara de los Atunes, Conil de la Frontera y Barbate.
La pesca con almadraba es una actividad estacional, ya que depende del paso migratorio de las especies que captura. De este modo, la pesca de ´derecho´, que aprovecha la migración que realizan los atunes desde el Atlántico hasta el Mediterráneo tiene lugar al final de la primavera; mientras que la pesca de ´revés´ se desarrolla a lo largo de los meses de verano, coincidiendo con el regreso del atún hacia el Atlántico.
La actividad almadrabera, exclusiva de las costas andaluzas, tiene una gran importancia socioeconómica debido al volumen de empleo que generan. En este sentido, el carácter tradicional y poco mecanizado de esta modalidad requiere un elevado número de puestos de trabajo directos (entre 50 y 100 por almadraba), además de una importante industria auxiliar (fábricas de conserva, transportes y servicios, entre otros).ç
Junta a la actividad extractiva que llevan a cabo las almadrabas, existe un creciente desarrollo de las experiencias andaluzas de cría en cautividad del atún rojo, de la que únicamente se desarrolla la fase de engorde. La producción obtenida mediante técnicas de acuicultura en la comunidad superó las 13 toneladas el pasado año, que supusieron un valor de comercialización de 87.312 euros
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