Aunque no ha ocurrido aún, existe el riesgo de que el virus de la llamada «gripe del pollo» evolucione y se transforme en un eficiente y peligroso agente patógeno para el hombre, han advertido los tres organismos.
La posible propagación generalizada de la gripe aviar en animales de los países en desarrollo plantea un importante desafío para las medidas de control. La OMS, la FAO y la OIE han dirigido un llamamiento a los donantes para hacer frente a la amenaza mundial que representa la gripe aviar y proporcionar fondos y asistencia técnica a los países afectados a fin de ayudarlos a eliminarla.
«El SRAS nos ha enseñado que sólo la colaboración nos permitirá controlar las nuevas amenazas que se ciernen sobre la salud pública mundial», ha dicho el Dr. Jong wook LEE, Director General de la OMS. «Ahora nos vemos obligados a afrontar otra amenaza para la salud humana, y debemos reafirmar la colaboración existente y forjar nuevos lazos. A nivel internacional, la OMS, la FAO y la OIE están firmemente unidas para colaborar y prestar la orientación necesaria a los Estados Miembros.»
La gripe aviar hiperpatógena amenaza la salud pública porque, si circula durante suficiente tiempo en poblaciones humanas y animales de granja, aumenta el riesgo de que se transforme en una cepa de gripe pandémica que puede disparar la enfermedad en todo el mundo. Además, por sí sola la gripe aviar representa una catástrofe económica para el sector avícola y para los pequeños avicultores.
«Tenemos ante nosotros una breve oportunidad para eliminar esta amenaza», ha señalado el Dr. Jacques Diouf, Director General de la FAO.
«Los agricultores de las zonas afectadas tienen que sacrificar urgentemente los animales infectados y expuestos y necesitan ayuda para compensar esas pérdidas. Esto tendrá un costo enorme, sobre todo para las economías en dificultades y para los pequeños agricultores. El éxito de este esfuerzo es trascendental para la comunidad internacional, y los países más pobres necesitarán ayuda», añadió el Dr. Diouf.
La FAO y la OIE llaman también a controlar de manera estricta y efectiva la circulación de animales en las zonas afectadas. Es necesario que durante las operaciones de sacrificio de los animales los trabajadores agrícolas se protejan con el equipo adecuado. Además, hay que suministrar vacunas. Los agricultores, especialmente los de muy pequeña escala, han de ser compensados por las pérdidas, que seguramente serán considerables.
Los riesgos de la gripe aviar para los seres humanos son bien conocidos. A diferencia del SRAS, ya existen pruebas diagnósticas, así como medicamentos antivirales eficaces pero costosos para el ser humano. Aunque difíciles, las investigaciones encaminadas a conseguir una vacuna humana contra esta cepa están bastante avanzadas.
«Ésta es una seria amenaza para la salud mundial», ha señalado el Director General de la OMS. «Pero ya hemos afrontado con éxito otras enfermedades infecciosas emergentes en el pasado. Nos hallamos ante una que podríamos controlar antes de que adquiera proporciones mundiales, pero para ello tenemos que colaborar y compartir recursos. Debemos empezar ya mismo este trabajo difícil y costoso.»
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