Los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla estiman que con esta propuesta la producción será testimonial, en el mejor de los casos se obtendrán en Andalucía 100.000 toneladas de algodón de pésima calidad, lo que obligará a cerrar más de 20 desmotadoras de las 27 que aún quedan, por lo que esta propuesta no garantiza el empleo, la actividad de las desmotadoras y ni tan siquiera de la industria de suministros, pues el algodonero continuará reduciendo al mínimo los costes de explotación en un cultivo cuya comercialización no resulta rentable. Extremo este que reconoce la propia Comisión, al introducir en la propuesta la aclaración de que será obligatorio recolectar el cultivo para recibir la ayuda, pero los agricultores están exentos de la obligación de comercializar el algodón producido. Con lo que tácitamente la Comisión reconoce la desaparición a medio plazo de toda la industria desmotadora.
Por todo ello, ASAJA-Sevilla apuesta por el desacoplamiento pleno de las ayudas y un incremento paralelo del presupuesto para la restructuración de la industria desmotadora. Una propuesta que suscriben mayoritariamente los algodoneros andaluces.
Andalucía ha perdido en sólo tres campañas el 65% de su producción, pasando de las 347.000 toneladas que se recolectaron en 2004 a las 130.000 que se han recolectado en 2007. El desacoplamiento parcial de las ayudas se ha demostrado totalmente ineficaz para el mantenimiento del algodón debido a las peculiaridades que presenta el cultivo (elevado empleo de mano de obra, costes altos, elevada volatilidad de los precios mundiales, etc.), por lo que provocará inexorablemente su desaparición y la consecuente pérdida del presupuesto acoplado, que se quedará en las arcas de Bruselas si no se siembra algodón.
ASAJA exige que se vuelva al sistema anterior de ayuda a la producción y se bonifique al agricultor en función de los kilos producidos, si no se vuelve al sistema anterior, ASAJA-Sevilla pide que se aplique a este cultivo, ya para la próxima campaña, el desacoplamiento del 100% de las ayudas, evitando con ello que se pierda parte del presupuesto comunitario destinado al algodón español, tal como ha ocurrido en las dos últimas campañas, en las que se han quedado en las arcas comunitarias 8 millones de euros en 2006, y alrededor de 10 millones en la campaña de 2007. El desacoplamiento pleno de las ayudas es el único sistema que garantiza que todo el montante presupuestado en Bruselas para el algodón español (72 millones de euros) se quede en nuestro país y lo perciban todos los algodoneros dentro del nuevo sistema de Pago Único.
ASAJA apoya el mantenimiento del único nicho de mercado que puede resultar viable, el algodón de fibra larga, con mayor valor añadido, pero con una demanda muy reducida, lo que significa que el nuevo sector tendrá una dimensión más pequeña y el número de hectáreas se reducirá significativamente. En cualquier caso será necesario que se articule algún tipo de incentivo a la calidad y que se fijen acuerdos entre productores e industrias para establecer un precio más elevado que permita rentabilizar el cultivo.
ASAJA-Sevilla