Un número considerable de zonas y cultivos afectados han quedado excluidos en la Orden que regula las reducciones de módulos
Con la orden publicada ésta semana en el B.O.E. el Gobierno pone en marcha las medidas para compensar las graves pérdidas ocasionadas por la sequía y las heladas en 2005. Se trata de reducciones de los índices de rendimiento neto aplicables en el régimen de estimación objetiva del I.R.P.F. para las actividades agrícolas y ganaderas afectadas por circunstancias excepcionales. Es una lastima que, una vez más, la legislación llegue tan tarde, aumentando así los trámites burocráticos para los productores, y resulte claramente insuficiente ya que deja fuera producciones que se vieron gravemente dañadas.
Por fin, el ministerio de Economía y Hacienda, de acuerdo con los tardíos informes emitidos por el MAPA, ha adoptado las rebajas fiscales destinadas a compensar los daños sufridos por los productores como consecuencia de las adversidades climáticas del pasado año. La tardanza, tanto en la preparación de los informes previos como en la elaboración de las medidas concretas, ni siquiera ha logrado evitar los graves fallos que contempla la orden.
Importantes zonas productoras que sufrieron graves daños por sequía o heladas han quedado excluidas de la relación municipios afectados. Sirva de ejemplo el hecho de que la Junta de Andalucía publicó una orden en la que se detallaban los cultivos y producciones afectadas en ésta comunidad autónoma y la Orden del Ministerio de Economía ni siquiera recoge lo declarado por propia Junta.
Así, en el caso de la provincia de Almería, se da la situación paradójica de que han dejado fuera los cultivos hortícolas de la zona del campo de Dalías que resultaron gravemente afectados y sin embargo se han incluido otras zonas en las que apenas existe producción de hortalizas. En Málaga, ha quedado excluidos cultivos como olivar, productos hortícolas, patata extratemprana y temprana y en la Comarca de Vélez Málaga y Centro Sur o Guadalhorce: frutos tropicales, cítricos (todos, no sólo el limón) y caña de azúcar. En Jaén, también han quedado fuera zonas productoras muy afectadas como Sierra Mágina, Sierra Sur o Sierra de Cazorla en las que se helaron grandes extensiones de olivar. Los olivos y los cítricos de Sevilla tampoco han sido contemplados en la Orden. En Castilla-Mancha, determinadas zonas vitivinícolas afectadas de Ciudad Real y Toledo han visto pasar de largo esta reducción.
Pero no todo son errores de exclusión. En la orden ministerial también se recogen graves discriminaciones entre zonas productoras, este es el caso de las diferencias en las reducciones de módulos en los cítricos y frutales entre unas Comunidades y otras y entre unas producciones y otras. En el caso de Alicante, en el que la uva del Vinalopó se vió muy afectada, y a pesar de los informes de la Generalidad al Ministerio solicitando una reducción mayor, solamente ha tenido una pequeña corrección coyuntural. Con carácter general, en toda España, las producciones ganaderas, que soportaron pérdidas económicas cuantiosas durante meses, han tenido una reducción fiscal mucho menor de lo que se esperaba
ASAJA