La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), ha recibido con enorme sorpresa la propuesta de la Comisión Europea al entender que esta alternativa de reforma no simplifica para nada la gestión de las primas, que es uno de los objetivos pretendidos, y atenta gravemente contra las pequeñas y medianas explotaciones de vacuno españolas. La organización observa atónita cómo cada vez que se realiza una reforma, lejos de agilizar la gestión de las primas, ésta se complica aún más.
Aparte de perpetuar de manera histórica la elevada penalización (como media un 40% al menos) que siempre ha acompañado al cobro de la prima especial afectando negativamente a la renta de los ganaderos españoles, el desacoplamiento de la misma deja en una situación de indefensión a los ganaderos de vaca nodriza y además consolida la discriminación existente entre ganaderos que no tuvieron nunca acceso a esta prima y que con la reforma tampoco van a poder tener acceso a la misma.
El sector vacuno en España se caracteriza por estar constituido por dos subsectores bien diferenciados: el sector productor de terneros representado fundamentalmente por las vacas nodrizas y aquel dedicado al cebo de los mismos, de modo que el primero proporciona al segundo los animales para el cebo.
Hasta ahora, en las operaciones normales de intercambio o compraventa entre los dos subsectores mencionados, la prima especial actuaba como amortiguador de la presión de compradores sobre vendedores de modo que en un momento dado el ganadero de vaca nodriza podía decidir prolongar un poco el cebo y cobrar la prima especial si el propietario del cebadero decidía pagarle mal.
Con la nueva propuesta la situación cambia radicalmente porque la “mochila” (subvención o ayuda comunitaria) quedará en manos de los cebaderos, que han cobrado tradicionalmente la prima al bovino macho. Los ganaderos de nodriza no tienen elementos con los que presionar en la fijación del precio y se verán obligados a asumir los recortes de precios que se trasladan a lo largo de la cadena. El ganadero de nodrizas, último eslabón de esta cadena no puede repercutir los descensos de precios en otro operador no pudiendo amortiguar las pérdidas.
Además, la tendencia aparecida recientemente de ganaderos de nodriza que han decidido cebar sus terneros como forma de dotar de un mayor valor añadido a su explotación, queda cortada de raíz. Y el cebo en general queda también limitado porque no van a poder competir los cebadores sin subvención o ayuda con aquellos que si la posean. (continúa en la página siguiente)
Por otra parte, los propietarios de los cebaderos con ayudas importantes pueden distorsionar otros sectores agrarios al poder invertir esa “renta fija” en otras actividades agrícolas y/ ganaderas.
Este es el escenario que se presenta si finalmente se desacopla sólo la prima especial. Desde UPA se considera que esto da la puntilla al sector productor de terneros español de modo que el sector vacuno quedará reducido a grandes cebaderos intensivos que se abastecerán de animales importados. En España, el sector de vaca nodriza está basado en explotaciones asentadas básicamente en zonas de montaña y desfavorecidas y regentadas por pequeños y medianos ganaderos que ocupan nuestros pueblos. En este sentido, la organización propone simplificar los pagos al vacuno mediante el establecimiento de una ayuda única a la vaca nodriza manteniendo la extensificación como forma de primar los sistemas extensivos y de calidad.
Desde UPA exigimos al Ministro de Agricultura, una vez finalizada la campaña electoral del PP a la que se ha dedicado en cuerpo y alma, que se tome en serio las negociaciones de la reforma de la PAC y valore lo que está en juego: la pervivencia del medio rural español ligado a la vaca nodriza.
UPA estima absolutamente injusto el hecho de que para cuadrar un determinado porcentaje de desacoplamiento que sea aceptable en las próximas negociaciones de la OMC en Cancún, se ponga en grave peligro de desaparición a todo el medio rural español ligado a la vaca nodriza.
UPA