Los datos provisionales publicados por la agencia europea de estadística (Eurostat) sobre el comportamiento de la renta agraria de la Unión Europea en 2010, dan a España un crecimiento de renta del 6,5% respecto al año anterior, una subida que es justamente la mitad de la media europea. Tras varios años de caídas, con la subida de este año la renta agraria española “logra” situarse al nivel de 2005, un balance muy pobre, en opinión de ASAJA, que viene a corroborar la crítica situación por la que atraviesa nuestra agricultura.
Según los datos de Eurostat, la renta agraria de la UE27 crece un 12,3% de media este año, aunque llaman poderosamente la atención el crecimiento de renta experimentado por algunos países como Dinamarca (54,8%); Estonia (48,8%); Irlanda (39,1); Francia (31,4%); Alemania (22,8%) o Polonia (18,4%). Exactamente, son 18 los países comunitarios que se sitúan por delante de España en cuanto a crecimiento de la renta agraria se refiere.
En opinión de ASAJA, lo que inicialmente se podría ver como una buena noticia, una subida de la renta agraria española de un 6,5%, si lo analizamos con detalle comprobamos que no lo es tanto ya que, computando esta subida tan solo logramos situarnos a los mismos niveles de renta que tenían los agricultores y ganaderos españoles hace cinco años. Desde entonces, a excepción del año 2007, los productores españoles vienen sufriendo reiteradas pérdidas de renta y la viabilidad de sus explotaciones agrarias cada vez está mas cuestionada.
La grave crisis de precios en origen que soportan prácticamente todas las producciones mediterráneas (frutas y hortalizas, vino y aceite de oliva, entre otras) y buena parte de las producciones ganaderas (en especial vacuno de leche, y ganadería de ovino), unido a unos costes de producción que han seguido aumentando durante 2010 dan como resultado el cese de actividad o el abandono miles de explotaciones agropecuarias o, en el mejor de los casos, una situación crítica para los productores que todavía siguen al frente de su “negocio”.
Por otra parte, debemos recordar que en el computo de la renta agraria también están incluidas las ayudas que reciben los productores europeos y que, en el caso de España, suponen el 30 % de valor de la renta agraria. De no ser por estas compensaciones de renta procedentes de la PAC, los datos serían mucho peores. Por eso, ASAJA insiste, una vez mas, en la necesidad de garantizar una PAC fuerte y con presupuesto suficiente después de 2013 capaz de garantizar el papel fundamental que desempeña la agricultura en la producción de alimentos sanos y de calidad, en la generación de empleo y conservación del medio natural.
Asaja