La ribera del Guadalora, un viaje en el tiempo

La Consejería de Medio Ambiente invita a conocer en primavera el Parque Natural Sierra de Hornachuelos, una de las mejores alisedas de la provincia de Córdoba

En el Parque Natural Sierra de Hornachuelos, el bosque galería del río Guadalora nos hace retroceder en el tiempo algunos siglos, no sólo por la antigüedad de su vegetación -centenarios almeces, olmos, fresnos y quejigos que recrean un paisaje mágico-, sino también por la arquitectura que lo circunda: la Fuente y la Ermita de San Abundio, patrón de Hornachuelos, y el poblado de San Calixto, antiguo Monasterio de San Basilio del Tardón, fundado en 1542. Todo este patrimonio natural y cultural es posible conocerlo y disfrutarlo a través de las visitas guiadas organizadas por la Consejería de Medio Ambiente para este mes de abril.

Con la llegada de la primavera, una cohorte de madroños, brezos y rascaviejas colorean, con las más variadas floraciones, el sotobosque que subyace junto al Guadalora bajo una de las mejores alisedas de la provincia de Córdoba. Esto, añadido al fresco rumor del río, encajonado con vertientes de muy elevada pendiente en algunos de sus puntos, hace de esta actividad un más que agradable paso por el corazón del Parque Natural de Hornachuelos.

Pero no hay que dejarse impresionar solo por su rica vegetación. Es muy recomendable hacer alguna parada en el camino para intentar observar al buitre leonado, el águila real y perdicera, el halcón peregrino, los cernícalos que sobrevuelan esta zona con frecuencia y, por qué no, alguna nutria.

La Consejería de Medio Ambiente pretende con esta ruta, incluida en el programa ‘Andalucía en sus Parques Naturales’, dar a conocer algunas de las manifestaciones más hermosas de la primavera en la comunidad, concentradas en el Parque Natural Sierra de Hornachuelos.

Las excursiones partirán a las diez de la mañana del Centro de Visitantes Huerta del Rey durante los fines de semana de todo el mes de abril, exceptuando Semana Santa. El recorrido, de unos seis kilómetros, está adaptado a todo tipo de público y tiene una duración aproximada de cinco horas.

Para participar en esta ruta es necesario realizar una reserva antes de las 12.00 horas del viernes previo a la visita. Para ello, la Consejería de Medio Ambiente ha dispuesto el teléfono 902 52 51 00 o la página web www.egmasa.es. El precio por persona, para los mayores de ocho años, es de cinco euros.

Itinerario

El interés principal de esta ruta es recorrer parte de la ribera del río Guadalora, donde el bosque galería es el gran protagonista. Las aguas de este curso se ven colonizadas, además, por especies flotantes muy interesantes desde el punto de vista botánico, de los géneros Lemma, Potamogeton y Zannichellia. Pero también atraviesan zonas cubiertas por la típica vegetación del monte mediterráneo y algunos enclaves agrícolas del sur del Parque Natural.

Al poco de salir del Centro de Visitantes, los participantes de esta actividad se adentrarán en el Camino de Torralba que, durante un tramo, es contenido por la vía pecuaria Cordel de las Herrerías. Aquí, el sendero atraviesa algunas zonas dedicadas al cultivo de herbáceas agrícolas, lo que antaño fue el alcornocal de Santa Cruz. Muy cerca de este paraje se encuentra el área recreativa Fuente del Valle, un descansadero del cordel en el que destacan la Fuente y la Ermita de San Abundio.

El sendero continúa por el Camino de Torralba, pasando por las cercanías de los cortijos de Santa Cruz, Los Arcos y Alcornoque, para proseguir por la Colada de la Vega del Negro tras dejar el Cordel de las Herrerías. Se atraviesa la Fuente del Conejo y, al fin, se alcanza el valle del río Guadalora, curso de agua que recorre gran parte del Parque Natural Sierra de Hornachuelos desde su nacimiento, en las cercanías de San Calixto, hasta que lo abandona en sus estribaciones meridionales, la zona regable del Bembézar.

En la parte inicial de este tramo que transcurre por la ribera del Guadalora se localizan las ruinas del Molino de la Paloma, ubicado en las cercanías del Descansadero-Abrevadero de la Vega del Negro, donde finaliza la colada del mismo nombre. Este molino perteneció en su día a los monjes basilios que habitaban el monasterio que, con el paso del tiempo llegó a ser San Calixto. Hasta el molino acudía mucha gente para moler el trigo a «maquila», esto es, dejaban parte del trigo a cambio de la molienda.

A escasos metros del final del recorrido hay una antigua cantera de rocas calizas, abandonada, que se utilizó para extraer piedra para la construcción de la carretera que conduce al embalse del Bembézar. El sendero concluye en la Pasada de Algeciras, junto a la carretera del Embalse del Retortillo, una zona de acampada libre que requiere autorización previa.

La Aldea de San Calixto

La aldea de san Calixto se encuentra en el sector central del Parque Natural Sierra de Hornachuelos rodeada de encinas, alcornoques y quejigos. El origen de este poblamiento hay que buscarlo en el Monasterio de San Basilio del Tardón. Fundado por los monjes basilios en 1542, el lugar quedó abandonado tras la marcha de los religiosos en 1808.

El ministro honorario D. Francisco Sánchez Gadeo lo compró pocos años después para fundar una nueva población acogida a la política de colonización de Sierra Morena iniciada por Carlos III. Terminada su construcción en 1828, en 1940 pasó a pertenecer al Marqués de Salinas, que la reconstruyó y fundó en ella el Convento de las Carmelitas Descalzas de Nuestra Señora de la Sierra.

Desde su creación en el siglo XVI, sus propietarios le han ido añadiendo edificaciones, dando lugar a lo que en la actualidad es un conjunto arquitectónico y urbanístico en el que destacan el Palacio del Marqués de Salinas, el Convento de las Carmelitas Descalzas y la Iglesia de Nuestra Señora de la Sierra, edificada en 1827 sobre la antigua Iglesia del Monasterio del Tardón

Junta Andaluza

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