Según todos los indicios disponibles hasta este momento, esta importante partida de pez espada habría sido pescada ilegalmente contraviniendo la legislación europea y española así como las recomendaciones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántica. Estas normas establecen, entre otras disposiciones, la obligatoriedad de que las capturas de esta especie vayan acompañadas de un documento estadístico oficial que certifique su legalidad.
La mercancía se descargó en diez contenedores en el puerto de Alicante y fue declarada en Aduanas como “marrajo”. Tras la inspección efectuada a dos de los contenedores por los inspectores de pesca de la Secretaría General de Pesca Marítima destinados en la dependencia de Alicante, se ha comprobado que el contenido de la carga no concordaba con lo declarado y que tras una pequeña cantidad de “marrajo” se ocultaba pez espada, unos 18.000 kilos de capturas ilegales por cada contenedor. Por tanto, se han detectado hasta el momento unas 40 toneladas de capturas ilegales, que podrían alcanzar las 180 toneladas en el total de la carga.
Se está a la espera de concluir la operación conjunta y proceder a la inspección de toda la partida o su destino final y proceder, en su caso, a la incautación para, asimismo, determinar qué tipo de diligencias se adoptan de orden sancionador por la vía administrativa por parte de los tres Ministerios, o bien remitir el expediente a la autoridad judicial.
En cualquier caso, con la inmovilización preventiva de esta partida se ha logrado evitar la entrada masiva y fraudulenta de una mercancía que, además de haber sido capturada ilegalmente, hubiera incidido negativamente en el equilibrio comercial del mercado nacional y europeo, causando un grave perjuicio a los pescadores que capturan esta especie de forma reglamentaria.
Debido a las gravísimas consecuencias que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU) produce en la conservación de los recursos vivos marinos, la lucha para su erradicación se ha convertido en un objetivo prioritario tanto para la FAO, que la impulsa internacionalmente, como para la Unión Europea y España. Por ello, el MAPA seguirá realizando cuantas acciones sean necesarias para luchar contra la pesca ilegal así como para evitar que capturas ilegales entren en el mercado europeo utilizando puertos españoles.
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