La sociedad debe reconocer los valores inherentes de la actividad agraria y ganadera

El incremento de costes y la crisis de precios han superado todos los límites: el gasóleo, los abonos y fertilizantes duplicando y triplicando su precio; precios irrisorios por los productos hortícolas como los tomates, judías verdes, la patata, etcétera; la bajada de cotización de la carne de ovino y caprino, de vacuno y porcino a niveles de hace 20 años; producciones como la leche de cabra que ya no cotizan en origen, todo ello aderezado con la falta de mano de obra en el campo, la ausencia de relevo generacional, las leyes expropiatorias como la Ley del Suelo o la Ley de la Biodiversidad y la escasez de agua, uno de los más grandes desafíos a los que se enfrenta la agricultura.

No se quedaron en el tintero otros conflictos y adversidades como el aumento de robos en el campo y la ineficaz vigilancia de las zonas rurales; las tormentas de pedrisco que asolaron el olivar en numerosos municipios de nuestra provincia, los fallos de la política de seguros que no garantizan la cobertura de pérdidas porque no se adecuan a la realidad productiva; los deslindes de las vías pecuarias practicados de forma indiscriminada por la Junta de Andalucía que afectan las tierras de cultivos; la política abusiva de la empresa PULEVA que impone sus condiciones a los ganaderos; el mal estado de los caminos rurales o carencia de vías de servicio en algunas carreteras para los vehículos agrícolas.

Pero por encima de tantas dificultades presentes, y por venir, se adoptó el compromiso de seguir desde esta organización agraria trabajando para mantener la actividad agraria y ganadera, y se insistió en la necesidad de que los valores que ésta sustenta y su carácter imprescindible para dar solución a la carestía de alimentos, luchar contra el cambio climático (reducción de las emisiones de CO2), lograr la autonomía energética mediante la producción agroenergética (biomasa y biocombustibles) e impulsar la transparencia de los mercados internacionales, sean reconocidos por la sociedad. Se aprobaron finalmente dos propuestas: una acción reivindicativa más inmediata que refleje la realidad de los precios en origen de muchos de nuestros productos así como las diferencias abusivas respecto de los precios en destino, y una manifestación a finales de año para reclamar a la Administración que se tome en serio el sector agrícola y ganadero y lo defienda con medidas decididas de apoyo que permitan su recuperación.

ASAJA-Granada

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