En el marco de las Jornadas sobre vacuno que se celebran en Salamanca, organizadas por la COAG, la Subdirectora General de vacuno y ovino del MAPA, Beatriz Garcés, ha explicado los aspectos mas sobresalientes de la Reforma de la PAC en los sectores ganaderos, entre los que ha destacado como elemento clave, el establecimiento de una ayuda única por explotación, que se calculará en base a las ayudas de la PAC cobradas durante el llamado periodo de referencia durante el trienio 2000 – 2002.
En esa ayuda única, ha indicado la Subdirectora, se integrarán prácticamente todas las distintas primas sectoriales que existen ahora, constituyendo la gran novedad de este pago que será desacoplado de la producción, por lo que no será necesario tener las cabezas de ganado para cobrarlo.
En relación con su aplicación en España, ha explicado que el nuevo sistema se pondrá en marcha a partir del próximo año 2006, si bien este año ya se está procediendo a la elaboración de la base de datos necesaria para el cálculo del pago único, en base a las informaciones que están enviando las Comunidades Autónomas.
Frente al riesgo de abandono que en ciertos sectores presentaba el nuevo sistema, Beatriz Garcés ha indicado que la reglamentación comunitaria preveía el posible acoplamiento de ciertas ayudas, hasta ciertos porcentajes, que decide cada uno de los Estados miembros.
Así en ganadería, y en concreto para el sector vacuno en España se ha decidido mantener acoplado en 100% de la prima por sacrificio de terneros, el 100% de la prima por vaca nodriza, y además el 40% de la prima al sacrificio para los bovinos adultos, lo que coloca al sector vacuno ante nuevos retos.
La Subdirectora ha desarrollado el concepto de condicionalidad de las ayudas, explicando que se trata de un mecanismo supeditado al cobro de las mismas, con el que se pretende el mantenimiento del medio ambiente y el paisaje, de forma que las tierras que dejen de cultivarse como consecuencia del desacoplamiento de la ayuda, no se abandonen desde el punto de vista medioambiental, lo que significa que deberán cumplirse las denominadas «buenas condiciones Agrarias y medioambientales».
La condicionalidad, ha añadido, pretende igualmente impulsar el denominado modelo agrario europeo, de forma que las producciones tendrán que ajustarse a lo establecido en los denominados requisitos legales de gestión, que son 18 normas relativas al medioambiente, seguridad alimentaria, sanidad y bienestar animal, cuyo cumplimiento estricto deberá ser observado por todo aquel que quiera cobrar las ayudas de la PAC.
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