Según los datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos realizada por el MAPA, frente a 1.192.717 hectáreas regadas por gravedad, en 2005 se utilizó el riego localizado en 1.237.592 hectáreas
La dotación necesaria para el riego localizado se sitúa en cerca de 5 metros cúbicos por hectárea y año, mientras que en el riego por gravedad la cantidad se duplica alcanzando los 10 metros cúbicos por hectárea y año
Según los datos sobre distribución de tierras de cultivo por regadío, recogidos en la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos de 2005 elaborada por el Ministerio de Agricultura, la evolución de los dos principales tipos de riego a escala nacional ha demostrado que la superficie regada mediante riego localizado ha superado por primera vez a la regada por gravedad.
Así, frente a las 1.192.717 hectáreas de tierras de cultivo regadas por gravedad el pasado año, el riego localizado o por goteo se utilizó en 1.237.592 hectáreas, un aumento significativo que se ha ido extendiendo en los últimos años principalmente en el cultivo de la vid y el olivo, y en buena medida en los frutales y los cítricos.
La eficacia del sistema de riego localizado, por el que se aporta el agua al ámbito radicular de la planta, queda demostrada en la menor dotación de agua necesaria que se sitúa entre los 4 y los 5 metros cúbicos por hectárea y año, frente a los 10 metros cúbicos que igualmente por hectárea y año precisa el sistema de riego por gravedad.
El descenso de la superficie de riego por gravedad ha venido produciéndose de forma paulatina, pasando de 1.319.000 hectáreas en 2003 a 1.273.000 hectáreas en 2004, incrementándose también de forma progresiva el uso del sistema de riego localizado, que en 2003 se aplicó en 1.163.000 hectáreas y ya en 2004 a 1.198.000 hectáreas, una evolución hacia unos sistemas más eficientes que es coherente con el proceso de modernización de los regadíos potenciado por el MAPA, encaminado a lograr una agricultura sostenible y más respetuosa con el medio ambiente
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