La trazabilidad, origen y destino de los productos andaluces a disposición de los consumidores

Nota de Junta Andalucía
El pasado 1 de enero entró en vigor esta normativa europea, que aumenta los sistemas de control y la seguridad en los alimentos para dar respuesta a una población cada día más preocupada por la calidad de lo que consume

Las crisis alimentarias ocurridas en los años 80 y 90 han aumentado la preocupación de los consumidores por la calidad de los productos que adquieren. La Unión Europea, consciente de la necesidad de dar respuesta a esa demanda, creó los mecanismos normativos correspondientes para que todos los países miembros cumplieran unos principios y requisitos generales de seguridad alimentaria, normativa que entró en vigor el pasado 1 de enero y que se conoce con el nombre de trazabilidad.

La trazabilidad es la posibilidad que se le ofrece al consumidor y, por ende, a las administraciones públicas, de seguir el rastro integral de un alimento desde que se sembró, capturó o crío hasta su venta, de forma que exista la posibilidad de localizar, en un momento de crisis, dónde se encuentra el punto de la cadena que originó el fallo.

No obstante, esta obligatoriedad no supone novedad alguna en cuanto a los sistemas de seguridad, aunque sí desde el punto de vista integral. Con el cumplimiento de la normativa europea, se le otorga un carácter encadenado al proceso de control, implicando a productores, transformadores y distribuidores al mismo tiempo.

Ayudas a empresas agroalimentarias

Para adaptarse a la normativa europea, las empresas agroalimentarias deben afrontar una serie de inversiones destinadas a implantar sistemas de trazabilidad. La Consejería de Agricultura y Pesca, consciente del esfuerzo a realizar por el sector industrial, ha destinado en 2005 a las empresas unos 2,3 millones de euros, que benefician a 46 agroindustrias del sector de frutas y hortalizas. Con estas ayudas se persigue fomentar las inversiones de informatización, automatización de los sistemas de registro y transmisión de datos de trazabilidad, así como la certificación inicial del sistema.

Con la intención de dar cobertura al mayor número de empresas posible, la Junta prevé que para 2006 las ayudas asciendan a 1,8 millones de euros. De forma paralela, también está estudiando la posibilidad de convocar ayudas para el sector oleícola dentro del Programa de Mejora de Calidad del Aceite de Oliva.

Genoma del cerdo ibérico

En el contexto ganadero, la Consejería de Agricultura también ha emprendido acciones destinadas a garantizar información y seguridad alimentaria desde la cría de la res hasta su venta al consumidor. El ejemplo más claro es el acuerdo firmado con la Universidad de Córdoba para llevar a cabo el proyecto de investigación genética del cerdo ibérico y sus productos derivados. El coste del estudio supera los 550.000 euros, de los que 223.000 son financiados por la Junta.

La identificación de secuencias del genoma del cerdo ibérico facilitará la catalogación, certificación del origen, trazabilidad y control de la calidad, de manera que se pueda rastrear desde la vida del animal en su origen hasta su llegada a los mercados, a través de productos como el jamón, paleta o lomos ibéricos.

Información a consumidores

Otro de los apoyos prestados por la Consejería de Agricultura y Pesca para el conocimiento de la normativa europea, son los convenios de colaboración suscritos con asociaciones de consumidores para la organización jornadas informativas sobre los productos alimentarios agrarios y pesqueros.

Estos acuerdos, para cuya celebración la administración autonómica aporta 162.000 euros, persiguen facilitar la realización de actuaciones formativa e informativas a través de charlas, coloquios y jornadas dirigidas a consumidores, así como campañas informativas en medios de comunicación para mejorar el conocimiento de los consumidores sobre los productos agroalimentarios.

Con este conjunto de actuaciones, la Consejería de Agricultura pretende fortalecer la confianza de los consumidores en unos productos seguros y saludables, mientras que, por otro lado, afianza las bases del primer sector industrial andaluz, el agroalimentario, en el marco europeo y mundial.

Mapa

Deja una respuesta