El Guadalquivir y su zona de influencia serán objeto los próximos cuatro años de uno de los marcajes más estrechos que haya vivido en su milenaria historia. Un grupo de expertos de la Universidad de Cádiz, liderados por Eduardo González Mazo, ha iniciado un proyecto de excelencia cuyo cometido es comprobar la presencia de productos farmacéuticos y de higiene personal en este río y algunas zonas de influencia. Sevilla, Jerez y Cádiz serán las ciudades en donde los investigadores de la UCA tomarán muestras para conocer de primera mano el nivel de contaminación de sus aguas.
Los productos diana sobre los que trabajarán los investigadores andaluces serán, principalmente;
antiinflamatorios (entre los que se encuentran el ibuprofeno);antibióticos, antidepresivos; reguladores lipídicos; antihistamínicos, entre otros. En cuanto a los de higiene personal, destacan el triclosán y triclocarbán.
Asimismo, el grupo dirigido por Mazo estudiará la eficiencia en la eliminación de estos productos de sus plantas depuradotas y comparar dicho impacto con el causado por las actividades de acuicultura que se desarrollan de manera intensiva en el litoral (Bahía de Cádiz, Marismas del Guadalquivir), y donde la aplicación y vertido de sustancias químicas sin depuración previa es constante. «Para ello se utilizarán novedosas estrategias de muestreo, tales como la utilización de muestreadores pasivos tipo POCIS, que permiten integrar la contaminación del agua durante un determinado período de tiempo, o la toma y datación de testigos de sedimento, útiles para reconstruir la evolución histórica de contaminación y conocer su destino biogeoquímico», subraya el investigador.
«La segunda etapa del proyecto la realizaremos en el laboratorio para cuantificar de forma precisa la capacidad de transporte y la persistencia de estos compuestos en el medio», señala.
Los investigadores de la UCA realizarán un trabajo de campo dirigido a la caracterización de la contaminación en diversas zonas de muestreo de características diferentes tanto geomorfológicamente (caños mareales, bahías, estuarios, etc.) como por el diverso grado de presión antropogénica que sufren (contienen parques o parajes naturales cercanos a áreas agrícolas, zonas industriales, núcleos urbanos, instalaciones de acuicultura, etc). Para ello se muestrearán aguas superficiales y sedimentos (dragas superficiales y testigos), así como se probarán sistemas de muestreadores pasivos.
En este sentido, la Universidad de Cádiz participa en un proyecto europeo dirigido a ver la incidencia, las fuentes y el destino biogeoquímico de los alcoholes etoxilados y de una amplia selección de tensioactivos sintéticos y compuestos farmacéuticamente activo utilizados, en dos diferentes áreas costeras (Nueva York- Nueva Jersey Harbor) a lo largo de la costa este de EEUU, y en acuíferos de aguas residuales contaminadas, y comparar y contrastar los resultados con los de estudios similares en diferentes sistemas acuáticos en el suroeste de España.
InnovaPress