El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) prevé que la producción de biodiésel aumente en la Unión Europea (UE) un 22 por ciento en 2020, cifra que asciende al 40 por ciento en el caso del etanol, según su informe sobre las perspectivas del comercio agrícola hasta 2020.
Según sus cálculos, la producción de las siete principales potencias mundiales de biodiésel crecerá un 20 por ciento en una década, cifra que se eleva al 25 por ciento en la del etanol.
A su juicio, la demanda de materia prima para biocarburantes seguirá incrementándose, aunque a un ritmo más lento que en los últimos años, recoge Efeagro.
En este sentido, precisa que el ritmo de expansión seguirá dependiendo de los incentivos fiscales y de las distintas políticas energéticas derivadas de las preocupaciones ambientales y de la necesidad de reducir la dependencia energética.
Según sus datos, Estados Unidos, Brasil, Unión Europea, Argentina, Canadá y China representaron el 87 por ciento de la producción mundial de biodiésel y el 98 por ciento de la de etanol en 2009.
Respecto a la UE -la mayor importadora mundial de etanol y biodiésel-, el USDA ha explicado que los países que la integran pretenden que al menos el 10 por ciento de la energía utilizada para el transporte proceda para 2020 de fuentes renovables, lo que contribuirá a su objetivo de reducir un 6 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Ha subrayado que, para impulsar la producción de biodiésel, la UE aumenta su producción interna de oleaginosas, pero también sus importaciones de dichas semillas o de aceites vegetales, principalmente de Ucrania y Rusia.
El informe del USDA estima que, en un principio, el trigo sustentará el crecimiento de la producción de etanol, pero que será el maíz el que crezca con más rapidez posteriormente.
Sobre Brasil, resalta que la producción de etanol de caña de azúcar aumentará un 45 por ciento durante la próxima década y que una parte creciente de la producción de etanol se destina a responder a la demanda de Europa y Estados Unidos.
La tasa de crecimiento de la producción de biodiésel a partir de aceite de soja es más rápido que la producción de etanol con la caña de azúcar como materia prima, aunque la mayoría del biodiésel es usado en el propio país, ha precisado el USDA.
En cuanto a Canadá, ha resaltado que aumentará la producción de etanol en un 17 por ciento, con las importaciones de maíz como materia prima fundamental, mientras que la de biodiésel subirá un 30 por ciento en la próxima década, la mayor parte de ella utilizando semilla de colza (canola).
Por su parte, la producción de biodiésel se ampliará un 16 por ciento en diez años en Argentina, país que sigue aumentando sus ventas al exterior y se consolida como mayor exportador mundial, mientras que la de etanol crece más rápido, pero desde un punto de partida inferior.
De China indica que utilizó cuatro millones de toneladas de maíz en 2010 para producir etanol y que ha puesto en marcha políticas para limitar la expansión de este sector a partir de cereales como materia prima.
En su lugar, hace especial hincapié en utilizar materias primas distintas a los granos, como es el caso de la yuca, para la elaboración de biocarburantes utilizados en el transporte. Respecto a países extracomunitarios y de la antigua Unión Soviética, el USDA indica que la región se prepara para asumir la creciente demanda de la UE y, en consecuencia, para ampliar la producción de biodiesel a partir del cultivo de la colza.
Prevé, por ejemplo, que la producción de colza se duplique en una década en países de la antigua Unión Soviética y que parte de este incremento se destine a responder a la demanda de la UE, tanto del aceite de colza, como del grano para su refinado en destino.
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