Ahora el acuerdo debe ser ratificado sin discusión en una de las próximas reuniones ministeriales de la UE, ya sea la de ministros de Transporte y Energía mañana y pasado o la de responsables de Medio Ambiente el lunes.
La Unión Europea fija así su posición formal de cara a la reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) que tendrá lugar entre el 13 y el 25 de marzo en Doha (Qatar) y en la que se discutirá si incluir este recurso en el Anejo I de especies protegidas, lo que en la práctica se traduciría en el veto a su comercialización. Los Veintisiete también quieren incluir en el Anejo I al elefante y al oso polar.
La idea de la UE no es prohibir inmediatamente las exportaciones de atún rojo, sino condicionar este veto a los datos científicos sobre el estado del recurso en la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) en noviembre de este año.
Si los dictámenes científicos constatan las dificultades de la especie para recuperarse, el objetivo es que la prohibición se aplique a partir del 1 de mayo de 2011.
El acuerdo entre los países europeos para llevar un única posición a la reunión de CITES incluye «estudiar las posibilidades para poner en marcha las medidas financieras económicas» para ayudar al sector afectado, informaron fuentes diplomáticas.
Otras fuentes matizaron que queda por definir la forma de las ayudas que se podrán ofrecer al sector afectado, especialmente la pesca industrial. Las ayudas pueden provenir del Fondo Europeo para la Pesca, pero existen discrepancias entre los países que capturan atún rojo y los que no sobre la conveniencia de ayudas «excepcionales» para una medida que también es «extraordinaria».
El país con una mayor cuota de pesca de atún rojo en la UE es de España, cuya flota tiene derecho a capturar 2.526 toneladas de este recurso en 2010, y le siguen Francia e Italia. La flota comunitaria tiene una cuota total para este año de 7.104 toneladas.
El atún rojo se encuentra en una situación crítica por el exceso de pesca y se captura principalmente en el Atlántico y en el Mediterráneo. Es también un gran recurso de gran valor comercial en mercado como el japonés, país del que se espera la mayor oposición a la propuesta de veto.
Europa Press