Las autoridades rumanas activaron «todas las medidas de seguridad que establece la legislación comunitaria» y fijaron un perímetro de seguridad para evitar la propagación del virus, que fue confirmado el lunes por un laboratorio del país.
Todas las aves de corral de la granja en la que se detectó el brote serán exterminadas y se ha establecido una zona protegida de un radio de tres kilómetros y otro perímetro de vigilancia a 10 kilómetros para la «estricta supervisión» de los movimientos en la zona.
La granja afectada se encuentra en la provincia de Letea (Tulcea), en la región del delta del Danubio.
Europa Press