La UE debe luchar contra las talas ilegales en los países recién incorporados y candidatos

Según tres nuevos informes de WWF/Adena, las talas ilegales están generalizadas en Eslovaquia, Bulgaria y Rumania, lo que va a constituir un problema serio para el mercado interior si la UE no se muestra capaz de acometerlo debidamente. Los estudios muestran que el 45% del total talado en Bulgaria procede de operaciones ilegales y que se sobrepasa la tala total permitida en 1,5 millones de m3. En Eslovaquia, la tala ilegal asciende al 10% y la corta real excede en un 16,8% la legalmente permitida. En cuanto a Rumania, el problema resulta aún más grave por incalculable, ya que los defectos de las estadísticas gubernamentales hacen completamente imposible estimar el nivel de talas ilegales.

En vísperas de la votación en el Parlamento Europeo sobre el acceso de Rumania y Bulgaria a la UE, WWF/Adena hace un llamamiento a las instituciones europeas para que ayuden a los nuevos estados miembros y a los candidatos a luchar contra esta amenaza a los bosques europeos. Especialmente, a través de la capacitación y el apoyo financiero, de modo parecido a como funciona el plan de acción FLEGT contra las talas ilegales. Aunque diversas ONG hace mucho que reclaman la necesidad de acometer este problema no sólo en las regiones tropicales sino, también, en nuestra vecindad, la UE no ha tomado aún ni una sola iniciativa o medida en este sentido.

Duncan Pollard, Director del Programa Forestal Europeo de WWF/Adena, dijo: “WWF/Adena se congratula de los tesoros que Bulgaria y Rumania aportan al patrimonio natural de la UE e insiste en que la UE tiene la responsabilidad de ayudar a los nuevos estados miembros a crear las condiciones para que los abusos de los recursos naturales resulten menos atractivos y probables. Además de destruir especies valiosas y raras, las talas ilegales constituyen también enormes pérdidas económicas para las comunidades y distorsiones del comercio europeo”.

Las principales prácticas fraudulentas que posibilitan las talas ilegales en Bulgaria, Eslovaquia y Rumania consisten en ilegalidades como utilización fraudulenta de permisos, declaración de madera de alta calidad como si fuese de baja calidad para evitar impuestos, registros falsos del volumen real talado, evasión de controles y talas en espacios protegidos. Otros factores importantes están relacionados con la corrupción, así como la falta de recursos humanos, financieros y materiales. Con frecuencia, la policía y la guardería carecen de conocimientos suficientes sobre el control de las talas y los técnicos forestales no tienen los estímulos apropiados para hacer una buena gestión forestal.

Países clave que importan madera de Bulgaria: Grecia, Turquía, Italia, Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Noruega, Hungría y Reino Unido. Países que importan madera de Eslovaquia: Austria, República Checa, Hungría, Polonia, Alemania, Eslovenia e Italia. De Rumania, entre otros, importan productos forestales: Francia, Alemania, Austria, Italia, EEUU, Arabia Saudita, Reino Unido, Hungría, España, Suecia, Finlandia y Grecia.

Félix Romero, del Área de Bosques de WWF/Adena, dijo sobre la situación en nuestro país: “Recientemente hemos podido comprobar que al menos el 16% de la madera y el 3,2% de la pasta de papel y otros derivados que importa España proceden de países como los que mencionamos aquí, donde las talas ilegales son prácticas comunes. Para luchar contra esta auténtica ‘plaga’ de los bosques, WWF/Adena ha lanzado la iniciativa Ciudades por los Bosques y ha creado un Observatorio Interactivo para estimular a los gobiernos de las ciudades de mayor población a que realicen compras responsables de madera y otros productos forestales”.

WWF/Adena hace también un llamamiento a los países afectados para que traten con prioridad el problema, así como la reforma de la legislación forestal y de conservación. La autoridad forestal búlgara ya ha anunciado su compromiso de acometer el problema y contar con la colabioración de WWF/Adena para su solución.

Adena

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