Otro de los objetivos es garantizar que los productos pesqueros importados al mercado comunitario desde estos dos países cumplen las normas de gestión y conservación de las especies marinas.
Los acuerdos con Canadá e Islandia establecen que los sistemas que estos países tienen para luchar contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU) son equivalentes en exigencia a las normas adoptadas por la UE.
También contemplan un plan de certificación que garantice que los productos pesqueros canadienses e islandeses comercializados en el mercado común fueron producidos de acuerdo a las normas de gestión y conservación de las especies.
Europa Press