Italia aprovechó la reunión de ministros europeos del ramo este lunes en Bruselas para pedir más «flexibilidad» por las dificultades que encuentra «en los plazos y la aplicación» de un reglamento que considera «complejo» y con un «importante impacto socioeconómico».
España, que preside este semestre la Unión Europea, respaldó la petición italiana y abogó por buscar un «equilibrio» entre las medidas para la conservación de los recursos y las «implicaciones económicas» de estas normas, informaron fuentes diplomáticas. Chipre también se unió a esta reivindicación de permitir una aplicación «más realista» del reglamento.
Fuentes comunitarias señalaron que la nueva comisaria de Pesca descartó «de plano» nuevos cambios en el calendario y recordó que se trata de unas normas aprobadas hace tres años, tras otros tres años de negociaciones.
Damanaki dijo «entender» las dificultades de algunos países del Mediterráneo para introducir todos los cambios y les ofreció el «apoyo y ayuda» a nivel técnico de su departamento. Sin embargo, recordó que «más del 54% de las especies» estudiadas en este mar sufren exceso de pesca y su estado es «alarmante», mientras que hay una parte «sustancial» de los recursos sobre los que «desconocemos su estado actual».
La comisaria criticó que de acuerdo a inspecciones recientes los Estados miembros no están aplicando «satisfactoriamente» el reglamento y advirtió de que no dejan otra opción a la Comisión Europea que tomar «las medidas necesarias» para asegurar su cumplimiento.
Europa Press