Una de esas propuestas afecta especialmente a los monogástricos, que tendrían que alimentarse a partir del 1 de enero de 2012 con alimentos 100% ecológicos.
Esta medida ha causado revuelo en el sector avícola británico, ya que piensan que con esta modificación las raciones estarían desequilibradas desde el punto de vista nutricional, lo que podría suponer un desarrollo deficitario en las aves y evidentemente un descenso de la producción.
Otro punto importante de la propuesta es que el 50% de la alimentación para monogástricos deberá proceder de la propia explotación o de la región donde esté la explotación.
Los avicultores británicos se han pronunciado en contra de la propuesta, arguyendo que limitaría mucho la producción ecológica.
Avinet