En una primera clase, grupos de ocho alumnos como máximo y equipados con equipo de buceo, realizan un recorrido en superficie acompañados por un profesor. Éste, les va explicando las diferentes comunidades y aspectos de la biología de los animales que van observando. Aquellos alumnos que tienen el título de buceador deportivo (durante el curso escolar se les facilita la realización del mismo), pueden participar en una segunda clase que se realiza en inmersión con equipos de buceo autónomo y en donde se utilizan equipos de comunicación submarina.
Con las clases recibidas en el litoral, los alumnos pueden cumplir dos objetivos, de una parte observar la macrofauna del litoral en su medio y de otra, recoger muestras de la microfauna, para su posterior estudio en el laboratorio. Este hecho posibilita también que los estudiantes puedan preparar sus propias muestras de plancton, piedras o fragmentos de algas, lo que les permite observar las distintas especies microscópicas que pueblan el litoral granadino en estado vivo, a diferencia de las tradicionales clases en laboratorio que se impartían con animales conservados en botes de cristal.
Estas clases, que se realizan desde hace más de un lustro, tienen una gran aceptación entre el alumnado, puesto que la primera la realizan aproximadamente un 70% de los matriculados en la asignatura, y la correspondiente a la inmersión, un 40%.
Este galardón, concedido por la Unidad para la Innovación Docente en la UGR, “supone un reconocimiento a todo el trabajo desarrollado estos últimos años y un empuje para seguir innovando en la práctica educativa”, ha afirmado Luis Tocino, responsable de la asignatura.
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