LA UNIÓ-COAG denuncia que el director de la principal organización de productores de frutas francés, la Federación Nacional de Productores de Frutas (FNPF), Laurent Oustry, ha anunciado que van a continuar con sus acciones mafiosas y de coacción a la distribución francesa para que no oferten a los consumidores franceses fruta procedente del Estado español. Según el máximo dirigente de esta Federación de productores "predecimos un verano caliente y mano dura, los agricultores franceses no están decidos a dejarse vencer". En los actos vandálicos del fin de semana pasado acusaban mediante un panfleto que repartían a los consumidores galos a la gran distribución francesa de "jugar al empobrecimiento de los agricultores con el fin de imponer una presión a éstos sobre los precios de compra en el campo".
LA UNIÓ-COAG apunta que un año más estamos inmersos dentro de la campaña de violencia y amenazas desde Francia contra nuestras mercancías hortofrutícolas. Desgraciadamente este asunto no es nuevo y ya desde hace 22 años se viene repitiendo esta situación, sin que exista por el momento ninguna solución. En pleno siglo XXI y en el marco de la Unión Europea que se coaccione la libre circulación y venta de mercaderías en general y de productos agrarios en particular es una prácticamente intolerable.
LA UNIÓ-COAG opina que este asunto es un problema de la Unión Europea y las soluciones no vendrán con declaraciones de buenas intenciones que hasta el momento no han resuelto nada, por tanto, desde LA UNIÓ-COAG propone un mayor control y eficacia policial en Francia contra los agresores de nuestras mercancías. Al mismo tiempo al Gobierno Francés que agilice los procesos judiciales en Francia por los ataques cometidos contra nuestras frutas y hortalizas, con el fin de que no se actúe tan impunemente como se está haciendo hasta ahora.
Del mismo modo LA UNIÓ-COAG insta a la Unión Europea que establezca mecanismos normativos y ejecutivos ágiles y eficaces para que todos los Estados Miembros garanticen el derecho a la libre circulación de mercancías, con el objetivo de que no se vuelvan a realizar acciones de ese tipo. Estos mecanismos deberían ser fuertes sanciones a los países infractores e incluso la retirada de ayudas desde la Unión Europea para el sector del país que vulnere la libre circulación.
LA UNIÓ-COAG hace un llamamiento a la sociedad valenciana a que consuma exclusivamente productos procedentes de nuestra agricultura con el fin de potenciarla y consolidarla. Pero, al mismo tiempo se emplaza a los responsables de las grandes superficies a que no vendan producciones agrícolas galas en sus establecimientos como medida de presión.
UNió-Coag