LA UNIÓ defiende que los productos ecológicos presentan diferencias nutricionales y organolépticas

Este estudio se enmarca dentro del proyecto QLF (Quality Low Input Food) que integra a un total de 15 países y ha tenido una duración de 4 años, y ha sido financiado por la Unión Europea. Esta investigación ha incluido toda la cadena de los productos alimenticios para productos protegidos (tomates), verduras cultivadas al aire libre (lechuga, cebolla, patatas, zanahorias, col), frutas (manzanas), cereales (trigo), carne de cerdo, productos lácteos y aves de corral y concluye, entre otros aspectos, que “los alimentos producidos ecológicamente contienen una mayor concentración de antioxidantes, y un mayor contenido de minerales y vitaminas”.

En la misma línea se centran los estudios realizados por María Dolores Raigón, Doctora Ingeniera Agrónoma y profesora del área de Edafología y Química Agrícola de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Según María Dolores “las frutas y verduras ecológicas contienen menor nivel de agua, repercutiendo en mayor materia seca, mayor concentración de los sabores, mejor ajuste en la relación del precio y mayor capacidad de conservación”. Por este motivo, Raigón insiste en que “la agricultura y ganadería ecológica es una alternativa de producción y obtención de alimentos cuyo principal objetivo está en alcanzar productos de alta calidad nutricional y organoléptica”.

Desde LA UNIÓ se quiere remarcar que producir alimentos ecológicos no sólo significa pensar en la suma de sus nutrientes sino que además y como apunta Jesús Sanchis, Responsable Agricultura Ecológica de LA UNIÓ, “también aseguran un mayor respeto por el medio ambiente y aseguran que no se esquilme la tierra que da trabajo al agricultor”

LA UNIÓ

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