Un ejemplo de lo anterior es el puente de un barranco que une la carretera entre los términos municipales de Quatretonda a Benigànim y que permanece roto desde las fuertes lluvias ocurridas entre septiembre y octubre del año 2007 y que las nuevas precipitaciones de 2008 han agravado aún más su deteriorada situación. Transcurrir por allí en un vehículo es totalmente imposible, únicamente a pie, ya hay que dar un enorme rodeo para por otros caminos para poder llegar al destino. Este puente se sitúa en el Camí del Pla de l’Omet.
LA UNIÓ reitera que el sector agrario es el gran olvidado en las ayudas prometidas en su día como consecuencia de las lluvias torrenciales ocurridas en algunas zonas de la Comunitat Valenciana durante los meses de septiembre a diciembre del pasado año. Por el momento la normativa publicada, tanto en el Boletín Oficial del Estado como en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana, únicamente contempla ayudas para daños en viviendas o en concepto de gastos para ayuntamientos, pero no dice nada de los daños en el sector agrario. De los fuertes vientos de este año también se desconoce si habrán ayudas.
LA UNIÓ señala que el sector agrícola valenciano se vio sometido a un fuerte episodio de lluvias persistentes en el otoño de 2008, con pérdidas en las producciones agrarias tanto por afección directa como por el retraso causado en las tareas de recolección de determinados cultivos. Fue sobretodo en el periodo comprendido entre 23 de septiembre y el 20 de octubre en el que las lluvias tuvieron un carácter torrencial y originaron daños de importancia en cultivos e infraestructuras agrícolas. Tras esta adversidad y la magnitud de los daños, el Gobierno de España y la Generalitat anunciaron la puesta en marcha para todo los sectores afectados, algo que se ha visto reducido para solo algunos que no son hasta la fecha los agricultores y ganaderos. Hasta ahora sólo se han publicado tres Ordenes del Ministerio de la Presidencia y una de la Conselleria de Gobernación, pero en ninguna de ellas habla de los daños agrícolas.
Josep Botella, Secretario General de LA UNIÓ, indica que «se pone de manifiesto el uso propagandístico y demagógico que las autoridades hacen en caso de grandes siniestros o catástrofes, ofreciendo ayudas que después nunca se concretan en normativas específicas y directas para los agricultores y ganaderos valencianos». Botella afirma que «se suceden las adversidades climatológicas y ni se reparan daños de 2007, ni hay ayudas para las lluvias torrenciales de finales del pasado año ni para el fuerte temporal de viento de éste».
LA UNIÓ