LA UNIÓ denuncia que los citricultores valencianos acumulan pérdidas de renta de más 500 millones

Un estudio elaborado por los servicios técnicos de LA UNIÓ refleja que las pérdidas en la campaña actual 2006-2007 ascenderán a casi 220 millones de euros (un 26 por ciento superiores a la pasada), lo que la convierte en una de las peores de la historia y supera incluso la nefasta campaña 2005-2006. En la primera parte de la campaña en curso se estiman unas pérdidas de 127,2 millones de euros y en la segunda parte, pese a mejorar la situación, se elevan a 92,6 millones de euros.

Si analizamos las pérdidas de la campaña actual 2006-2007 y la pasada 2005-2006 por variedades, en mandarinas fueron de más de 31 millones de euros y en naranjas de 188,7 millones de euros. Los datos por provincias revelan que las mayores pérdidas se dan en la provincia de Valencia con 152,7 millones de euros, seguidas por Alicante con 43 millones de euros y Castellón con 24 millones de euros. El resultado de los mismos es consecuencia lógica del valor de la producción en cada una de las provincias y de la preponderancia de las variedades.

Hay que señalar que el estudio elaborado por LA UNIÓ está realizado con las cotizaciones oficiales que facilita la Conselleria de Agricultura y que si se pudieran conocer el conjunto de las liquidaciones de comercios y cooperativas las cifras de pérdidas serían sin duda mucho más elevadas, ya que desde febrero de este año Conselleria únicamente hace pública la cotización máxima con lo que supone de perversión del sistema informativo.

En la campaña 2003-2004 las pérdidas de los citricultores valencianos resultaron ser de 43,1 millones de euros al subir las mismas 3,8% en relación a la pasada; en la 2004-2005 de 86,1 millones de euros, un 7,9% más que la anterior; en la 2005-2006 de 150,8 millones de euros, lo que representa un 15,04% más que en la anterior y en la que estamos a punto de finalizar la friolera de casi 220 millones de euros.

Joan Brusca, secretario general de LA UNIÓ-COAG, indica que “el estudio de LA UNIÓ demuestra que la crisis citrícola es de tal magnitud que se requiere una actuación decidida y urgente por parte de las Administraciones porque el abandono de las explotaciones por parte de sus propietarios va a ser espectacular. No se puede negar que los citricultores valencianos atraviesan por una grave crisis de rentabilidad, con pérdidas elevadas en cada campaña y que van aumentando y acumulándose respecto a las anteriores sin que parezca existir techo”.

Brusca dice que “no entiende como cada vez se exporta más y con mayor valor económico, mientras en el campo las pérdidas vayan en aumento. Confío en que la nueva consellera de Agricultura, Maritina Hernández, sea consciente de esta situación y priorice sus políticas en los profesionales porque sin duda en el sector citrícola alguien se está enriqueciendo a costa del sufrido agricultor y se constata cada vez más que el sector citrícola se sustenta a costa de las pérdidas de los productores”

LA UNIÓ

Deja una respuesta