LA UNIÓ-COAG denuncia que los productores de cítricos de la Comunidad Valenciana acumulan unas pérdidas de renta durante las tres últimas campañas (2003-2004, 2004-2005 y 2005-2006) por valor de más de 280 millones de euros, como consecuencia fundamental del claro descenso en los precios percibidos por su cosecha en el campo.
Un estudio elaborado por los servicios técnicos de LA UNIÓ refleja que las pérdidas en la campaña 2002-2003 fueron de 43,1 millones de euros como resultado de un descenso en los ingresos del 3,8 % sobre la anterior, en la 2003-2004 resultaron ser de 86,1 millones de euros por este mismo concepto del 7,9% en relación a la anterior.
LA UNIÓ señala que sin embargo las mayores pérdidas se dan en la campaña 2005-2006 que acaba de concluir, con una cantidad de 150,8 millones de euros, lo que representa un 15,04 % menos de ingresos que en la pasada. En la primera parte de la campaña las pérdidas fueron de 33,7 millones de euros, mientras que en la segunda parte llegaron hasta los 117,05 millones de euros. Si analizamos las pérdidas por variedades, en mandarinas fueron de 10,18 millones de euros y en naranjas se elevaron hasta los 140,65 millones de euros.
Los datos por provincias revelan que las mayores pérdidas se dan en la provincia de Valencia con 94,8 millones de euros, seguidas por Alicante con 43,4 millones de euros y Castellón con 12,5 millones de euros. El resultado de los mismos es consecuencia lógica del valor de la producción en cada una de las provincias y de la preponderancia de las variedades, donde en Castellón las mandarinas representan una parte importante del total de la producción citrícola.
Para LA UNIÓ el aumento sustancial de las pérdidas durante esta campaña respecto a las anteriores obedece a un precio inferior en campo y a la menor producción existente, el aforo presentado en su día por la Conselleria de Agricultura hablaba de un millón de toneladas menos. LA UNIÓ destaca que los datos reflejan que la disminución de producción, tal y como sería previsible, no ha comportado un incremento de la renta de los citricultores, más bien al contrario porque lejos de compensarse las pérdidas se han elevado considerablemente.
Joan Brusca, secretario general de LA UNIÓ-COAG, señala que “las conclusiones del estudio demuestran que los citricultores valencianos atraviesan por una grave crisis de rentabilidad, con pérdidas elevadas en cada campaña y que van aumentando y acumulándose respecto a las anteriores. Si con un claro descenso de cosecha durante esta campaña las pérdidas han sido espectaculares, no quiero ni pensar con un aumento de la producción como el que se prevé para la próxima Definitivamente muchos agricultores pensarán abandonar sus campos”.
Brusca dice que “lo que no es lógico es que se exporte más y con mayor valor económico y que en el campo las pérdidas vayan al alza. Alguien sin duda se está enriqueciendo a costa del sufrido agricultor y se constata cada vez más que el sector citrícola se está sustentando a costa de las pérdidas de los productores”.
LA UNIÓ-COAG