Tras el temporal del viento y declarar el correspondiente parte de siniestro, es la hora de peritar los daños. Ese es el momento en el que los agricultores observan con estupefacción como el robo de la cosecha en árbol o en tierra trae consecuencias negativas.
LA UNIÓ señala que el «espigoleo» de los campos de cítricos siempre se ha producido, pero en un contexto de crisis económica como el actual se ha incrementado enormemente. De este modo, numerosos citricultores comprueban como tanto la cosecha que se queda en el campo ante la falta de calidad comercial o la que se ha caído a tierra, desaparece rápidamente y entra después en el circuito comercial. Así, cada vez existe una mayor número de fruterías que ofertan montones de naranjas y mandarinas sin ningún tipo de marca ni clasificación, lo que indica que vienen directamente desde el campo tras ser recogidas por alguien. Junto a esta situación existen comercios que se sabe que comercializan este tipo de fruta que ha sido hurtada de los campos.
LA UNIÓ insiste en la necesidad de extremar la vigilancia y cerrar todos aquellos comercios sospechosos de comprar mercancía robada en los campos. En este sentido, señala que todo el mundo conoce en algunas comarcas que existen empresas que se dedican a este tipo de negocio fraudulento, incluso se han presentado denuncias, pero al final parece que siguen trabajando con total impunidad.
Del mismo modo LA UNIÓ exige un mayor control e inspección de los cítricos que llegan a la cadena comercial de forma sospechosa, pues es una clara muestra de competencia desleal y además incumplen las normas sanitarias y de calidad que sí cumplen escrupulosamente los productores de cítricos valencianos. Josep Botella, Secretario General de LA UNIÓ, afirma que «por mucho que desde la Generalitat se nos diga que existe un control exhaustivo en los puntos de venta y que no existen denuncias, no me lo acabo de creer porque todos los días recibimos quejas de comercios que compran mercancía robada e incluso cada vez hay más fruterías abiertas que tienen expuestos cítricos procedentes de robos de los campos».
LA UNIÓ