LA UNIÓ exige una regulación de las actividades peligrosas no agrarias en zonas forestales

LA UNIÓ señala que todas las investigaciones apuntan a una negligencia humana como la causa del incendio más grave que ha afectado a la Comunitat Valenciana durante este verano, como consecuencia de unos operarios que trabajaban con un radial y un soplete para arreglar una instalación eléctrica y que provocaron una chispa originaria del incendio. De otro lado, alguno de los incendios más importantes de marzo en las comarcas castellonenses fue debido a la caída de postes eléctricos, circunstancia que hace recomendable a juicio de LA UNIÓ que todas las instalaciones eléctricas de la montaña se sitúen en zonas de cortafuegos.

LA UNIÓ indica que para llevar a cabo una quema agrícola en la actualidad hay que sacar el permiso correspondiente y comunicarlo a la autoridad competente con fechas y climatología previamente estipuladas. Sin embargo, da la impresión que otro tipo de actividades no relacionadas con la agricultura y muy peligrosas para las zonas forestales no estén tan controladas como éstas. Joan Brusca, secretario general de LA UNIÓ-COAG, señala que “se nos acusa injustamente a los agricultores y ganaderos cuando nosotros controlamos las quemas obligatoriamente mientras se descuidan otro tipo de prácticas que se dan en la montaña”.

En este sentido, LA UNIÓ denuncia que se criminaliza en demasía a los agricultores y ganaderos a la hora de atribuir la autoría de los incendios a través de anuncios en televisión o mediante la publicación de informes con datos alarmistas e incompletos, cuando son ellos los que frenan sin duda con su actividad la aparición del fuego.

Joan Brusca afirma que “lejos de acusar injustamente a los agricultores y ganaderos, verdaderos habitantes del medio rural y principales interesados en conservarlo y respetarlo, las Administraciones Públicas deben mentalizarse que la labor diaria de éstos en sus tierras y explotaciones sirve sin duda para frenar las llamas. Nadie por tanto puede negar que aquellas tierras cultivadas por los agricultores actúan como cortafuegos para evitar la propagación del fuego ni que la pastura extensiva facilita la limpieza de la maleza”.

Brusca dice que “por ello LA UNIÓ viene reiterando la gran importancia de mantener a los productores en el territorio, de incentivar y primar cultivos de secano como el olivo, el almendro, los cereales, la ganadería extensiva que limpia la montaña; pero no sólo por su importancia económica sino también por la medioambiental como es el caso que nos ocupa de los incendios”.

LA UNIÓ-COAG

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