La situación es tan grave y existe tanta impotencia entre los agricultores valencianos que LA UNIÓ va a remitir escritos en este sentido a la comisaria europea de Agricultura, Marian Fischer-Boel; a la Dirección General de la Competencia y a todos los eurodiputados españoles recién elegidos; al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y a la ministra de Medio Rural, Elena Espinosa; al presidente de la Generalitat, Francisco Camps y a la consellera de Agricultura, Maritina Hernández; así como al Defensor del Pueblo y al Sindic de Greuges.
Un estudio de LA UNIÓ señala que los citricultores han dejado de ingresar 481 millones de euros durante esta campaña respecto a la anterior que ya fue negativa, debido a los bajos precios que han percibido cifrados de media en un 64% inferiores en limón, un 25% en naranja y un 6% en mandarina. Pero es que además una encuesta de LA UNIÓ revela que las liquidaciones reales de los operadores comerciales son en mandarinas un 57% más bajas incluso que los precios oficiales de Conselleria de Agricultura y en naranjas un 149% inferiores. La situación contrasta con el aumento de las exportaciones y el incremento considerable del precio de ese mismo producto en las tiendas y superficies comerciales.
La crisis citrícola traerá consecuencias negativas a juicio de LA UNIÓ en forma de una clara pérdida del tejido económico que afecta ya a la industria auxiliar citrícola (empresas de fertilizantes, maquinaria, riego; mano de obra, etc.,) o el abandono de bastantes explotaciones ante la falta de rentabilidad. En este sentido, LA UNIÓ prevé que se abandone un 40% de las explotaciones citrícolas durante los próximos años si no se hace nada por frenar esta falta de rentabilidad alarmante o que desaparezcan los puestos de trabajo de cerca de 50.000 personas que viven directamente de la actividad citrícola tanto en el campo como en los almacenes.
LA UNIÓ insta a las autoridades autonómicas, estatales y europeos a poner en marcha un «plan de salvamiento» del sector agrario en el que se propongan soluciones para evitar perder un sector estratégico como el citrícola que es económica y socialmente imprescindible para buena parte de nuestras localidades.
LA UNIÓ