a Unió considera que el trabajo físico del campo es realmente muy duro y alargar la edad de jubilación en el sector agrario, como en algunos otros sectores, no resulta nada apropiado. Además, hay que tener en cuenta que se trata de un sector donde las rentas por ingresos de su actividad han mermado de una manera alarmante y no se puede permitir el lujo de retardar el acceso a su jubilación.
La Unió recuerda que los agricultores y ganaderos son los que más años cotizan para percibir las prestaciones y sin embargo son los que cobran las pensiones más bajas del actual sistema pues la media mensual que recibe un agricultor y ganadero de la Comunitat Valenciana, a través del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS), es de cómo máximo 600 euros al mes, muy por debajo de la media de la que les corresponde a los que provienen del Régimen General que es de 906 euros, según los datos del Ministerio de Trabajo.
Un pensionista agrario tras toda una vida cotizada cobra unos 400 euros al mes menos que otra persona que cotiza en el Régimen General, lo que significa que en términos porcentuales un pensionista agrario cobra únicamente un 56 por ciento respecto a otra persona que cotiza en el Régimen General. Sólo las pensiones del Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez -de media 349 euros- y las de empleados de hogar -465 euros- perciben una cantidad inferior a las de los agricultores y ganaderos en el Régimen Agrario. Incluso el Salario Mínimo Interprofesional de 2010, que es de 633 euros, es más alto que lo que percibe un agricultor o un ganadero por su pensión.
Josep Botella, Secretario General de LA UNIÓ, afirma que “el sector agrario está harto de ser solidario y contribuir a un sistema que le castiga y maltrata, como se ve en la cuantía de las pensiones o en el hecho de que no se pueden jubilar aún de forma anticipada con el sistema público actual. No podemos ser otra vez moneda de cambio de una reforma que nos discrimina y por eso nos negamos a ese retraso en la edad de jubilación que proponen tanto el Gobierno como la Comisión Europea”. Botella señala que “los agricultores hemos sido los últimos en actualizarnos y adaptarnos a la reforma de las prestaciones, pues las modificaciones datan de apenas dos años con el cambio del REASS, y ahora ya nos quieren imponer restricciones muy gravosas”.
La Unió