Al respecto, manifestó que la Conselleria de Agricultura «pone numerosas trabas e impedimentos» a los apicultores valencianos para desarrollar de forma normal su actividad «sin darse cuenta de que se trata de un sector que, aparte de producir riqueza para el conjunto de la economía de la Comunidad Valenciana, es clave para el mantenimiento del medio ambiente y la biodiversidad».
En este último aspecto cabe resaltar que las ayudas agroambientales concedidas a los apicultores valencianos «han defraudado tanto por su contenido como por su ridícula dotación».
Además de adeudar «esa importante» cuantía económica correspondiente a los años 2007 y 2008, los decretos posteriores de la pinyolà de 2009 y 2010 «ya no cuentan ni tan siquiera con indemnizaciones para compensar la disminución de ingresos, pese a la restricción de impedirles la producción de miel autóctona de azahar».
Así, apuntó que la normativa de la pinyolà de este año por ejemplo «únicamente» dejará asentar -en el mejor de los casos- el 15 por ciento del total de las colmenas censadas en toda la Comunidad Valenciana, lo que «no soluciona el problema de la polinización cruzada y vuelve a dejar a los apicultores en una situación de total indefensión que perjudica gravemente sus rentas».
Según La Unió, para 2010 se prevé asentar colmenas en 93 localidades y apuntó que si se toma como límite máximo el asentamiento de 650 colmenas por asentamiento y en el casos de obtener la conformidad de todos los propietarios en un kilómetro a la redonda, en el mejor de los casos, «sólo se podrían albergar 60.450 colmenas de las 411.711 que había censadas en el año 2009».
Por todo ello, consideró que la Conselleria de Agricultura «ha vuelto a dejar en la estacada» a los apicultores valencianos porque «siguen sin reducirse las limitaciones respecto al año anterior y tampoco se han introducido mejoras sustanciales que beneficien al sector». «Todo ello con el añadido de no pagar lo que se debe de los años anteriores», apostilló.
Europa Press