La rectificación de la senadora de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Stoks –la misma que ha hecho saltar esta alarma injustificada e irresponsable- ha dado la razón a los agricultores españoles y ha declarado algo que en Asaja-Cádiz ya se sabía de sobra, que los productos españoles están limpios y cumplen estrictamente la normativa europea, normativa que incluye la trazabilidad, es decir el camino del producto del campo a la mesa.
Tras este renuncio alemán, Asaja-Cádiz exige al Gobierno que pida responsabilidades por el daño causado a los agricultores, a su imagen y al sector en general, la misma responsabilidad que tienen los agricultores a la hora de cultivar y de seguir la normativa europea. Ahora, según la asociación se trata de limpiar la imagen de estas hortalizas y no de limpiar la imagen de los políticos. Al hilo de lo dicho, Asaja-Cádiz ha avisado a los responsables nacionales de Asaja y a los de Asaja-Almería para que sean cautos con las promesas que puedan hacer Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente del Gobierno, Rosa Aguilar, Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y José Griñán, presidente de la Junta de Andalucía porque esas mismas personas se acercaron a la provincia de Cádiz tras las catastróficas inundaciones de finales de 2009 y principios de 2010, prometieron ayudas, y el sector no ha recibido ni un euro. Incluso, se comprometieron a través de los medios de comunicación a condonar el canon de riego a los afectados y no hay ningún papel que lo confirme, excepto la prensa.
Por supuesto, la asociación insiste en su mensaje de tranquilidad a los consumidores porque el foco de E-Coli no está en España, todos los casos están asociados a personas que han estado en Alemania y nada tiene que ver con la producción española que es segura. De hecho, Asaja-Cádiz recuerda que los agricultores españoles están sometidos a un sinfín de normas que deben cumplir para poder vender su producción en la Unión Europea, controles que cumplen gustosamente a sabiendas de que ofrecen calidad, salubridad y tranquilidad a los consumidores. Por eso, no se puede consentir que un comentario falaz, como el de la senadora alemana, Cornelia Prüfer-Stoks, acabe con los cimientos de un trabajo diario y exquisito que hacen los agricultores españoles.
La parte positiva de todo este asunto, si es que hay alguna, hay que encontrarla en el mercado nacional, que apenas se ha resentido. “Estamos muy agradecidos a los consumidores españoles, que han hecho caso omiso de las alarmas creadas sin fundamento y que continúan consumiendo nuestros productos”, agradece Pedro Barato, presidente nacional de Asaja.
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