Mar entiende que este criterio perjudica a la flota gallega, que emplea embarcaciones de menor tamaño y favorece a las flotas de arrastre y cerco de mayor tamaño. Por ello, con el fin de erradicar los «agravios comparativos», la Xunta demandó la modificación de la redacción en este artículo.
Lo hizo a través de dos misivas, en las que pide que en la modalidad de cerco se concedan topes máximos de 15.000 kilos por buque y día, de forma que nunca se puedan superar los 75.000 kilos por buque a la semana. Además, la Xunta opina que el criterio de volúmenes de captura y desembarque no es «consecuente» con factores igualitarios del equilibrio económico, social y ambiental y no cumple con la supuesta sostenibilidad de la misma.
Por último, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y el director general de Ordenación e Xestión dos Recursos Mariños, Pablo Fernández Asensio, transmitieron al secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, y al director general de Recursos del Ministerio, Alejandro Polanco, la «disconformidad» de la Xunta con el proceso de elaboración de esta orden ministerial.
La queja principal de la Administración gallega reside en que la Comunidad no fue convocada «a ningún tipo de reunión conjunta» con las comunidades autónomas del Cantábrico para abordar de forma «común» una pesquería que se realiza también de forma común, por lo que -lamentó- no pudo defender «convenientemente» los intereses de la flota gallega que faena en el Golfo de Vizcaya.
Europa Press