Este sistema de gestión, basado en equipos informáticos móviles que muestran cartografía digital y conectan con equipos de posicionamiento por satélite GPS, les permite recoger cualquier dato agronómico, medición en superficies, gestión de fotografías asociados a cultivos y cualquier otro elemento geográfico que ayude a una mejor planificación y control de las plantaciones y, en definitiva, de la producción vitícola.
La finalidad del proyecto ‘Cartosat’, en el que Protos hizo «una fuerte inversión económica y humana», es el aprovechamiento mutuo de la experiencia que se puede obtener como consecuencia de la aplicación de la tecnología a los modernos sistemas de gestión de las explotaciones vitivinícolas de Castilla y León.
En este caso, Protos aseveró que «ofrece un campo idóneo para perfeccionar y poner a punto esta tecnología». Con este trabajo, las bodegas consiguen «un fácil mantenimiento de la base de datos de las plantaciones a la vez que puede recoger datos del campo para el control de las cosechas, controles de calidad y controles de rendimiento para así seguir elaborando sus caldos únicos, excepcionales y con personalidad propia».
Europa Press