La Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo, dominada por las multinacionales cerveceras, en particular por el grupo Heineken, mantiene negociaciones con los productores de lúpulo leoneses –Grupo de Cultivadores de Lúpulo– para rescindir anticipadamente el contrato de cuatro años, cuya vigencia finaliza con la actual campaña 2001, y negociar otro con una reducción del 25 por ciento en las cantidades de compra y un 20 por ciento en el precio del producto. Si las empresas cerveceras no ceden en una negociación que en su última reunión finalizó sin acuerdo y con las posturas enfrentadas, y se imponen sus pretensiones, el sector lupulero leonés sufrirá un serio varapalo con una pérdida de rentabilidad y abandono de explotaciones, denuncia ASAJA. El pasado año 2010 se cultivaron 510 hectáreas con una producción de 1.038 toneladas de flor de lúpulo seco apto para la venta.
ASAJA denuncia el giro de ciento ochenta grados de las empresas cerveceras que hace tan solo cuatro años firmaron con los productores un contrato que incrementaba los precios un 35 por ciento e incentivaba el aumento de la superficie a cultivar, situación que provocó que tanto la Junta como el Ministerio aprobasen una línea de ayudas para nuevas plantaciones y reconversión de las existentes. La última convocatoria de estas ayudas se publicó en el BOCYL del 29 de abril y se espera que, ante el negro panorama que se presenta, no se agote el presupuesto.
ASAJA hace un llamamiento a los cerveceros, y en particular a la compañía Heineken, para que apueste por el lúpulo leonés por su calidad y resultados en el proceso de fabricación, pero sobre todo por lo que supone de apuesta por la seguridad alimentaria, pues está sujeto a controles que no siempre se garantizan con el lúpulo importado. ASAJA recuerda que el lúpulo incide de forma poco más que simbólica en el precio de la cerveza y que por tanto la medida de ahogar a los productores con precios bajos no pasa de ser una cicatería que no tendrá incidencia en la cuenta de resultados de las compañías, pero por el contrario arruinará a decenas de familias leonesas. El lúpulo, además de por su importancia económica en toda una comarca, destaca por ser un cultivo genuinamente leonés arraigado en el paisaje y en las tradiciones agrarias de la provincia.
ASAJA ha puesto ya la situación de las dificultades en la comercialización del lúpulo en conocimiento de la consejería de Agricultura y espera que en las próximas fechas haya un pronunciamiento de las instituciones, de las asociaciones, de los partidos políticos y de toda la ciudadanía, a favor de los productores.
ASAJA