Ni los cinco helicópteros, ni los dos aviones anfibios, ni los cuatro aviones de carga en tierra, ni los dos vehículos autobomba hubieran podido controlar el incendio a las 6 horas de haberse iniciado en cualquier otra comarca forestal de Andalucía. El monte sucio, las cunetas abandonadas y la falta de ganado que pastoree son un handicap difícil de superar para el más profesional de los servicios de extinción, donde no hay prevención es prácticamente imposible sofocar el fuego.
El municipio de San Nicolás del Puerto, ubicado en el corazón del parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla es un pueblo singular, el único municipio de toda la región que, gracias al impulso de sus vecinos y su ayuntamiento cuenta con un Plan de Prevención de Incendios conjunto para las 49 fincas de 33 propietarios diferentes que conforman su término municipal. Se trata de un proyecto pionero en Andalucía, que permite englobar en un solo plan las 4.060 hectáreas de su término. El plan, desarrollado por los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla con la colaboración del Ayuntamiento de San Nicolás, de la Universidad de Córdoba y de EGMASA, ha permitido además formar a los vecinos en prevención de incendios y constituir el Grupo Local de Pronto Auxilio (GLPA), que en la jornada de ayer se organizó en dos turnos y ayudó a coordinar las labores de extinción y a mantener la vigilancia para evitar que el fuego se reavivase.
Desde ASAJA-Sevilla nos congratulamos de la celeridad y la profesionalidad con la que han reaccionado el Ayuntamiento de San Nicolás del Puerto, el Grupo Local de Pronto Auxilio y el propio Infoca, quienes con la colaboración de las dehesas pastoreadas, han impedido una tragedia mayor.
Sin embargo, y pese al carácter modélico de este municipio, la evidencia vuelve a dejar de manifiesto que la batalla contra el fuego se gana en las fincas limpias y las dehesas pastoreadas, donde la limpieza del monte con medios mecánicos o mediante ovejas y cabras reducen notablemente el combustible forestal y permiten que los medios de extinción puedan controlar el fuego. Así ocurrió ayer en San Nicolás del Puerto, donde el fuego se detuvo en la finca “La Berruga”, una dehesa en la que las ovejas habían realizado una labor previa de prevención, y por el contrario, el fuego se cebó en las zonas más sucias del municipio, la “Umbría de las Carboneras”, un paraje que la Consejería de Medio Ambiente prohíbe taxativamente limpiar con máquinas, y en el bosque de galería de la propia Rivera del Huéznar, donde el bosque está como les gusta a los ecologistas, sucio, con mucho matorral y con restos secos de troncos y ramas.
En el resto de Andalucía la situación es muy distinta, el éxodo rural y el abandono del pastoreo y de otras actividades tradicionales por la falta de rentabilidad y el nulo apoyo de las administraciones ha llevado a carboneros, cabreros y ganaderos a reducir el número de cabezas o a abandonar directamente estas actividades ruinosas, ante la pasividad de los responsables políticos, que no han hecho nada por ayudarles y retenerles.
Las últimas muestras de dejadez y desidia las han dado los responsables de la Consejería de Medio Ambiente, que han sido incapaces de resolver la convocatoria de ayudas para limpieza de montes en el plazo legal establecido, por lo que los montes andaluces se han quedado un año más sin limpiar. Lo que ha situado ya al ejercicio de 2009, a tres meses vista para que acabe la época de máximo peligro, a la cabeza del ranking por superficie quemada de los últimos cuatro años. Así, en los siete meses que han transcurrido de 2009, se ha quemado ya en Andalucía más superficie forestal que en cada uno de los tres años anteriores.
Llevamos más de cinco años con mucha vigilancia y escasa prevención, la limpieza de montes se ha limitado a algunas actuaciones puntuales en algunos montes públicos, que han abarcado menos del 3% de la superficie forestal andaluza, por lo que se trata tan sólo de “chapuzas” para entretener en invierno al personal del Infoca.
Esta desidia alcanza al propio presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que gobierna de espaldas a los problemas del mundo rural. ASAJA exige un cambio radical en la forma de afrontar este gravísimo problema, demanda que se agilice la resolución de las órdenes forestales e insta al presidente del Gobierno andaluz a ponerse al frente de un plan real y efectivo de limpieza de montes, que responda a las necesidades de Andalucía y que reduzca significativamente el riesgo de incendios en nuestras sierras.
Por último, ASAJA-Sevilla anuncia que va a pedir que en el próximo pleno del parque natural de la Sierra Norte se aborde la restauración de la zona afectada y la posibilidad de extender el modelo de San Nicolás al resto de municipios del parque.
ASAJA Sevilla