El Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, reiteró en Guatemala el apoyo de la Organización a los gobiernos y socios regionales para la puesta en marcha de programas económicos «coherentes y eficaces» pero recordó que las desigualdades sociales siguen siendo un freno para el desarrollo de América Latina y Caribe.
«En el contexto actual de mundialización, la competitividad es esencial para el crecimiento y el desarrollo. Pero la productividad no debe ocultar las desigualdades de acceso a los factores económicos que padecen millones de latinoamericanos y caribeños, especialmente en las zonas rurales», dijo.
Grandes desigualdades
Diouf recordó a los ministros de agricultura latinoamericanos presentes que tales desigualdades «son las más elevadas del mundo», con un 5 por ciento de los más ricos que perciben un 25 por ciento de la renta, frente al 13 por ciento en los países desarrollados.
«Actualmente hay 221 millones de pobres en esta Región y el número de pobres que viven en zonas rurales, lejos de disminuir, se ha incrementado en 21 millones desde 1990», constató Diouf.
Las cifras más recientes disponibles indican que la pobreza afecta al 44 por ciento de los habitantes del continente, pero el porcentaje aumenta significativamente en el ámbito rural, llegando al 64 por ciento. En total, son más de 74 millones las personas que viven por debajo de la línea de la pobreza en las zonas rurales de América Latina y el Caribe, recordó Diouf.
«No obstante, resulta alentador observar que la proporción de población subnutrida ha pasado del 13 por ciento en 1990-1992 al 10 por ciento en 1999 2001. Si los esfuerzos realizados por los países para luchar contra la inseguridad alimentaria prosiguen, tal proporción podría caer hasta el 6 por ciento en el año 2015. Las iniciativas de algunos países, especialmente el programa «Hambre Cero» emprendido por el Gobierno del Brasil y el «Frente contra el Hambre» que acaba de poner en marcha el Gobierno de Guatemala, resultan muy alentadoras».
Recursos y voluntad política
Las conferencias regionales que la FAO organiza cada dos años tienen como objetivo discutir con los ministros de agricultura de los países miembros las prioridades de acción de la FAO a nivel regional. En la agenda de trabajo de esta 28ª Conferencia figuran, entre otros asuntos, las estrategias de seguridad alimentaria para mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y el desarrollo económico y social de los países de la región.
El Director General de la FAO se mostró optimista ante los progresos que puede realizar el continente latinoamericano en la reducción del hambre y las desigualdades y en la superación del estancamiento económico, » con la adecuada dirección y la voluntad política que corresponde», y ofreció el apoyo de la organización para la realización de programas coherentes y eficaces y para la movilización de recursos internos y externos.
En este sentido anunció la celebración en el contexto de esta conferencia de una mesa redonda en cooperación con instituciones financieras como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sobre la financiación de la agricultura.
Esta mesa redonda abordará temas como el acceso de los diferentes grupos de la sociedad a los mercados financieros y las condiciones de préstamo del sector informal así como la importancia de los recursos destinados a los proyectos de desarrollo agrícola y las medidas indispensables para incrementar la parte de la agricultura en los presupuestos nacionales.
» Para mejorar los niveles de seguridad alimentaria, los países en desarrollo han de responder al reto de la productividad agrícola y de la competitividad de los mercados», señaló.
Desarrollo participativo
Jacques Diouf concluyó insistiendo sobre la necesidad de fundamentar las acciones de desarrollo en la participación de todos los actores sociales involucrados y, muy especialmente, de aquellos sectores sociales excluidos de los progresos realizados. Para ello, dijo, «es fundamental reforzar la formación y realizar programas integrados de nutrición, de salud y de educación, especialmente en beneficio de las mujeres, los niños y los grupos más desfavorecidos, como los indígenas. Estas iniciativas han de dirigirse a incrementar su participación como actores plenos del desarrollo económico y social».
FAO
yo solo se que esto es algo que no entiendo,mi cerebro no da para mas como el de todos mis compatriotas,por que somos unos tontos envidiosos.