Las empresas han cuadruplicado sus deducciones fiscales en tres años por invertir en medio ambiente

La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, afirmó ayer que las empresas españolas han cuadruplicado sus deducciones fiscales en el Impuesto de Sociedades gracias a las mayores inversiones medioambientales realizadas entre 1998 y 2001.

Mientras que estas deducciones por inversiones ambientales sumaban 46 millones de euros en 1998, en el 2001 la cifra se elevó a 158 millones de euros. «El volumen de inversión empresarial en medio ambiente pasó de 470 millones de euros a 1.580 millones de euros en esos tres años».

Durante su intervención en el Foro de la Nueva Economía sobre «Desarrollo Sostenible: de la teoría a la acción», Elvira Rodríguez también destacó que el empleo en el sector medioambiental está registrando un crecimiento anual del 8% en los últimos años, lo que demuestra el potencial que encierra la protección del medio ambiente en términos sociales».

Defendió los avances que la sociedad y las empresas españolas están realizando para sumarse a un crecimiento económico compatible con el cuidado del medio ambiente. Así, adelantó que «mientras que en 1996 el número de empresas españolas con certificaciones por su adecuada gestión ambiental se contaba en unas pocas decenas, en enero del 2003 superaban ampliamente las 2.000».

La ministra consideró que este dato prueba que hoy la consideración que merece el medio ambiente en el tejido económico de las sociedades europeas es muy superior al de hace siete años, particularmente en países como España.

En su intervención, enumeró varias de las políticas que desarrolla el Ministerio que dirige para lograr una mayor modernidad de nuestro país: iniciativas para un uso más racional del agua, una gestión sostenible de nuestros montes y nuestras costas, la descontaminación de ruidos, gases y residuos de los núcleos urbanos, la minimización de impactos o la conservación de especies de fauna y flora nuestra rica biodiversidad.

Sin embargo, la ministra destacó que todas estas acciones, que constituyen el pilar ambiental, no son suficientes y aseguró que «no basta con actuar desde la orilla del medio ambiente, sino que es preciso un esfuerzo conjunto de todas las partes implicadas. Así lo han entendido el Gobierno y así se entiende en nuestro entorno más próximo, la Unión Europea, y en todos los foros internacionales».

Explicó que la naturaleza soporta ahora mayores impactos negativos por la creciente actividad y producción que genera el ser humano, a un ritmo más rápido que el «tempos» que precisa la propia naturaleza. Por ello, defendió un equilibrio entre los beneficios sociales y económicos que aporta la actuación del hombre con la imprescindible conservación del medio ambiente.

LA PREVENCIÓN COMO SOLUCIÓN

Para Elvira Rodríguez una de las claves para afrontar con éxito la solución de los problemas ambientales es conseguir ser eficientes en su prevención: «Se pueden desarrollar energías alternativas o nuevos productos que sustituyan a los naturales pero reemplazar la capa de ozono o los sistemas reguladores del clima no está a nuestro alcance».

Asimismo, valoró que «la mayor aportación y el mayor reto que tiene ante sí el sector económico para contribuir al desarrollo sostenible es incorporar los costes que supone la conservación del patrimonio natural».

A su juicio, es inaceptable dejar que el desarrollo avance de espaldas a la naturaleza, permitiendo que el mapa de los problemas ambientales en vez de reducirse se extienda, por lo que abogó por un modelo sostenible en el que esté implicada toda la sociedad: los gobiernos, las empresas, el ciudadano.

MMA

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