Las enfermedades de origen alimentario están en aumento en toda Europe

La inocuidad y la calidad de los alimentos deben potenciarse en todos los países europeos ya que las enfermedades de origen alimentario han aumentado considerablemente en todo el continente durante los últimos diez años. Lo han dicho en un comunicado conjunto, que se publica hoy, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). En particular, aumentan las enfermedades de origen microbiológico como la salmonella y el campilobacter, así como los casos de alimentos contaminados por substancias químicas, como dioxina, plomo y cadmio.

El comunicado se ha dado a conocer durante la inauguración de la Primera Conferencia paneuropea sobre Inocuidad y Calidad de los Alimentos que se celebra en Budapest. Expertos en inocuidad de los alimentos de más de 40 países, además de productores y asociaciones de consumidores de Europa Occidental, Central y Oriental, y de otros países en transición, se reúnen en Budapest del 25 al 28 de febrero para discutir cómo mejorar la inocuidad de los alimentos y reforzar la confianza de los consumidores después de los recientes casos de alarma en este ámbito.

La reunión está organizada por FAO y OMS. La patrocina también la Comunidad Europea y diversos países miembros de la FAO y la OMS.

"Si bien los alimentos en Europa son hoy más inocuos que nunca, no podemos darnos por satisfechos. Gracias a sistemas de control más eficaces se están descubriendo cada vez más casos de enfermedades de origen alimentario. El número de personas aquejadas por estas enfermedades, o que incluso fallecen a consecuencia de ellas, sigue siendo demasiado alto", ha afirmado Hartwig de Haen, Subdirector General de la FAO.

"La OMS retiene que, cada año, en todo el mundo, se producen miles de millones de casos de enfermedades de origen alimentario. Una de cada tres personas en los países industrializados puede verse afectada cada año por enfermedades de este tipo, lo que comporta sufrimientos para la persona y pérdidas económicas de miles de millones de dólares. Los que corren más peligro son los niños, las mujeres gestantes, las personas enfermas, pobres y ancianas", ha subrayado David Nabarro, Director Ejecutivo de la OMS.

"El consumidor tiene derecho a una alimentación inocua en todos los países europeos. Hay que garantizar en todo el continente la inocuidad ‘desde el campo a la mesa’. Para ahorrar costes e impedir la contaminación, la inocuidad de los alimentos debe comenzar con buenas técnicas agrícolas", ha dicho De Haen.

Las políticas nacionales y la reglamentación de la inocuidad y calidad de los alimentos siguen siendo muy diferentes en los países europeos, ha constatado De Haen. "Los sistemas de control de inocuidad de los alimentos en Europa Central y Oriental, y en las Repúblicas de Asia Central difieren mucho de los de la Unión Europea, así como entre ellos mismos. Desde luego, Europa no aspira a tener una dieta única. El reto es: armonía en la diversidad. Necesitamos acercar unas a otras las diferentes políticas de inocuidad y calidad de los alimentos en Europa, para proteger la salud y el bienestar de los consumidores. Los diversos sistemas de inocuidad de los alimentos deben pasar a ser análogos y plenamente transparentes".

"Los problemas de inocuidad de los alimentos en las pasadas décadas se han visto agravados por la escasa colaboración entre las diversas autoridades a nivel nacional. La FAO, junto con la OMS y los Estados Miembros, se esfuerzan para elaborar nuevas estrategias de prevención basadas en pruebas fehacientes para reducir los peligros de enfermedad. Esta tarea abarca toda la cadena de producción alimentaria", ha dicho Nabarro. "Fomentamos el diálogo con los consumidores. Alentamos la colaboración interdisciplinaria desde el campo hasta la mesa. Las autoridades a nivel nacional y las organizaciones internacionales deben cooperar y aunar sus esfuerzos en esta materia".

La salmonella sigue siendo el agente que con más frecuencia provoca brotes de enfermedades de origen alimentario en los países de Europa Occidental y Oriental, Según han constatado la FAO y la OMS. Los brotes se producen tanto en los hogares como en las cocinas de las cadenas de restaurantes, cafeterías, servicios de hostelería, escuelas, guarderías y hospitales.

Por otra parte, el campilobacter es, en la actualidad, el patógeno gastrointestinal más común en muchos países, entre ellos Dinamarca, Finlandia, Islandia, Irlanda, Países Bajos, Noruega, Suecia, Suiza y Reino Unido. La campilobacteriosis es una infección bacteriana que afecta al aparato intestinal.

La contaminación de los alimentos debida a las substancias químicas es otra de las mayores preocupaciones en materia de salud pública. En Europa Central y Oriental la contaminación de los alimentos está provocada, en buena parte, por la contaminación industrial del aire, el terreno y las aguas. Uno de los puntos más contaminados es la zona del Mar de Aral. El empleo durante casi 30 años de agua de riego para el monocultivo de algodón y el vasto uso de insecticidas, plaguicidas y herbicidas ha provocado una situación crítica para la salud de la población.

La FAO y la OMS recomiendan que todos los países cuenten con sistemas de evaluación y gestión de los riesgos basados en presupuestos científicos para afrontar los peligros microbiológicos y químicos en los alimentos. En algunos países es necesario reforzar la infraestructura para conseguir un nivel de protección más elevado. "Las instituciones agrícolas y sanitarias deben trabajar juntas para garantizar la inocuidad de los alimentos", ha subrayado De Haen.

En la actualidad, la FAO y la OMS están llevando a cabo una serie de evaluaciones de peligros microbiológicos, las primeras a nivel internacional. Los patógenos de origen alimentario a los que, según los datos de los expertos, hay que prestar atención inmediata son: listeria en alimentos listos para el consumo, campilobacter en las aves de corral, vibrión en los mariscos, y salmonella en huevos y pollos. "Estas evaluaciones de riesgos servirán a los países miembros como esquemas para adaptarlos luego a su situación nacional y ayudarlos a afrontar las amenazas de estos patógenos de la forma más eficaz", ha dicho Nabarro.

La FAO y la OMS han subrayado las numerosas ventajas de una alimentación más inocua y de mejor calidad. "Una alimentación más inocua significa una incidencia menor de enfermedades de origen alimentario, reducción de los costes de la sanidad pública, menos barreras para el comercio internacional, menores pérdidas de productividad y mayor competitividad"

FAO

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