El pasado 17 de mayo Barcelona acogió “La biodiversidad está en nuestras manos”, un seminario sobre los beneficios e inconvenientes de la legislación española y europea orientada a proteger invenciones y descubrimientos en el ámbito agrícola.
El encuentro congregó a defensores del registro y control, como Luis Salaices, de la UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales), o Asha Sukhwani, de la Oficina Española de Patentes y Marcas. Ambos expusieron cómo funcionan los organismos en los que trabajan, así como los beneficios que estos registros tienen para la ciudadanía y para los propios agricultores.
Por otra parte, al encuentro asistieron miembros de organizaciones que consideran que tanto registro y control puede dificultar enormemente la labor de los agricultores, como es el caso de Cristoph Them, de la coalición internacional No Patent no Seeds, que persigue la prohibición de las patentes en plantas y animales; o JuaMa González, de la Red de Semillas, organización que desde hace diez años trabaja para la conservación de la biodiversidad agrícola en el contexto local, estatal e internacional.
Tanto Cristoph como JuanMa aseguran están de acuerdo en la necesidad de proteger las invenciones técnicas, como puede ser un proceso a través del cual se consigue traspasar los beneficios de una planta a una crema, pero no están de acuerdo en que los organismos de control y patentes permitan el registro de las propias semillas o las propias plantas, puesto que ello provoca que las grandes multinacionales, como es Monsanto (empresa dedicada a la venta de semillas y plaguicidas), puedan acabar haciendo pagar a pequeños agricultores por plantar semillas que han utilizado toda la vida, tener el monopolio del cultivo y comercialización de verduras, frutas, etc., y, en el peor de los casos, acabar con la biodiversidad.
El evento ha servido para poner el punto y final en España a “Libéralos: alimentación, salud y conocimientos sin patentes”, una campaña de carácter internacional que desde hace tres años persigue conseguir que la población pueda seguir gozando de los derechos básicos en torno a la agricultura y la alimentación, sin que intereses comerciales se lo impidan. La campaña está promovida por la organización italiana Ricerca e Cooperazione y ha contado con la contribución de la Unión Europea. En España la campaña ha estado liderada por la Fundación Más Vida.
Nota de Prensa
Ya es hora de que se empiece a hablar de la tiranía a la que (con bastante frecuencia), estamos sometidos los agricultores, obligándonos a comprar semillas certificadas (?), homologadas (?)… carisimas y que la mitad de las veces no tienen buena germinación. Todo se traduce a lo mismo; perdidas económicas para el agricultor y deterioro ambiental.. Hemos de aprender, o mas bien des-aprender prácticas y dar la razón en bastantes valores a nuestros agricultores antepasados.
YA BASTA DE ESTAFADORES COMO LOS DE LA EMPRESA GESLIVE QUE PARECE QUE ES LA FILIAL DE LA SGAE, QUE NOS QUIERE COBRAR UN IMPUESTO REVOLUCIONARIO, POR SEMILLAS QUE VENIMOS USANDO DESDE NUESTROS ANTEPASADOS