Una situación similar se da en cultivos como las leguminosas, y especialmente los guisantes, ya que la siembra por parte de los agricultores también se había finalizado. En este punto, el responsable provincial de Agricultura y Desarrollo Rural apuntó a un incremento notable de la superficie dedicada a este cultivo con respecto al año pasado, en el que se contabilizaron cerca de 24.000 hectáreas, informó la Junta en nota de prensa.
Las aproximadamente 95.000 hectáreas de viñedo que hay en la provincia de Cuenca también han capeado bien el temporal de lluvia y frío. A pesar de que vides han tenido que enfrentarse a temperaturas extremas, que en algunos casos han alcanzado los diez grados en negativo, no han sufrido daños.
Otro cultivo que tampoco experimentará pérdidas es el ajo, ya que aquellos agricultores que todavía no habían sembrado podrán hacerlo con garantías en el mes de febrero. Aún así, el delegado provincial puntualizó que «hay algunos ajeros que habían desgranado ya el ajo para proceder a su siembra y con estas lluvias se han humedecido», por lo que tendrán «algún tipo de problema», en referencia a la pérdida de la semilla.
Europa Press