Desde el punto de vista meteorológico, este periodo se ha caracterizado por la presencia, sobre todo a partir de mitad de periodo, de tormentas generalizadas con fuertes precipitaciones, temperaturas superiores a las históricas y viento variable. Las intensas precipitaciones registradas a partir del día 11, con totales superiores a los 20 l./m² en casi toda la Comunidad Foral, y superando los 50 l./m² en zonas de Baztan-Bidasoa, los 30 l./m² en la Ribera, y tormentas puntuales rondando los 40 l./m² en zonas de Monteagudo, Miranda o Falces, ha provocado que la inactividad en los secanos de la Comunidad sea la tónica habitual durante este periodo.
Así, llegan las ansiadas precipitaciones a los secanos cerealistas, donde las labores se habían ralentizado ante la falta de adecuados temperos, por lo que en cuanto escampe se retomará dicha actividad para preparar y acondicionar el lecho de las próximas sementeras. De igual manera, se procederá a la siembra de colza para conseguir buenas nascencias con la humedad presente y para que llegue a la época de intensos fríos en estado de roseta, estadio fenológico óptimo para soportar bajas temperaturas.
En cuanto a los cultivos de verano en secano, se detiene la campaña, ya bastante avanzada, de recolección de girasol de zonas de Tierra Estella, Cuenca de Pamplona y Pirineos, con buenos resultados tanto en rendimientos como en calidad y humedad. Tras estas lluvias se reanudará la recolección para no tener problemas de exceso de humedad. Respecto a la recolección de patata para siembra de la zona de Pirineos, aunque en el anterior periodo se dio comienzo al arranque de alguna variedad temprana (Jaerla), tras las lluvias se pospone hasta adecuados temperos. Se espera una buena campaña, tanto en número como en tamaño de tubérculos.
La recolección de maíz forrajero se detiene momentáneamente, tanto en los secanos de la zona norte (Los Valles o Sakana) así como en los regadíos de la Ribera, hasta que se den adecuados temperos. Se están obteniendo excelentes resultados, incluso con problemas de falta de sito en algunas granjas, ante la imposibilidad de almacenar dicha cosecha. A su vez, se interrumpe la aportación de purines a las parcelas ya cosechadas para su posterior gradeo y siembra de westerwold.
Respecto a praderas y pastizales de las zonas septentrionales, se han visto muy favorecidas por las precipitaciones, y los rebrotes ya se dejan notar.
Cultivos hortícolas y de regadío
En cuanto a cultivos hortícolas y de regadío, el temporal de lluvias ha dejado notables registros pluviométricos en las comarcas en que se ubican estos cultivos, especialmente en las de la Ribera (60 l/m2 en Falces o los 40 l./m2 en Tudela en tres días) como un anuncio o anticipo a la próxima entrada del otoño. Sin embargo, las temperaturas, incluso en los días de lluvia, se han mantenido por encima de las medias históricas del mes en las dichas comarcas. Las faenas de recolección están interrumpidas y las bodegas e industrias paralizadas, al igual que las deshidratadoras de alfalfa, con el quinto corte mojado en muchas parcelas.
Las lluvias han afectado a cultivos que justamente habían comenzado la recolección, como pimiento piquillo, patata tardía de semilla en Tierra Estella o judía verde de industria en la Ribera. Sí se ha podido finalizar la campaña de la cebolla tardía de siembra directa, de calabacín de industria y prácticamente de berenjena. Casi está terminada también la recolección de tabaco y pocha en Tierra Estella, y ha comenzado la recolección de los primeros bróculis que van destinados al mercado fresco.
Por último, cabe indicar que las lluvias, además de a los secanos, han favorecido a olivo y cultivos de reciente plantación o siembra como ensaladas, brassicas, acelga o espinaca.
GOBIERNO NAVARRA