Las mariposas y las polillas son bien conocidas y apreciadas en nuestros jardines, sin embargo una plaga de orugas pueden causar graves daños a nuestras plantas ornamentales, frutales y cultivos agrícolas. Una de las plagas de oruga más comunes es la blanquita de la col, responsable de daños a los cultivos de la col y otras crucíferas durante los meses de abril a octubre. Otros insectos también muy dañinos para estos cultivos son la polilla de la col y la mariposa de la col.
La vigilancia es esencial para combatir estas plagas y la inspección de las hojas de las plantas debe de comenzar a principios de la primavera eliminando los huevos manualmente. Aunque es un trabajo que consume tiempo, es eficaz y se evita el uso de pesticidas nocivos. A largo plazo se pueden cultivar plantas insectarias como el tanaceto o hierba lombriguera y atraer pájaros y otros animales que se alimentan de orugas. Es recomendable además evitar plantar flores ricas en néctar cerca de los cultivos para evitar la visita de mariposas.