Una veintena de grandes compañías aéreas, entre las que se encuentra British Airways, Lufthansa, KLM y las españolas AirEuropa Líneas Aéreas y Spanair, se han comprometido con Greenpeace para no transportar productos derivados de ballenas en sus aviones. Las líneas españolas que vuelan directamente hasta el país nórdico se han unido a este bloqueo, que surge como respuesta a la idea de Noruega de reiniciar la venta de carne y grasa de ballena a Japón.
Esta mañana, 11 activistas de Greenpeace procedentes de Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, Italia y Alemania, han ocupado el edificio de uno de los principales exportadores noruegos de carne y grasa de ballena minke (también llamada rorcual aliblanco), y han demandado a la compañía que abandone sus planes para exportar varios cientos de toneladas de productos balleneros allí almacenados.
En enero de 2001, el Gobierno noruego decidió ignorar los acuerdos internacionales y anunció que permitiría la exportación de productos derivados de ballena minke a pesar del hecho de que esta especie está incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES en sus siglas inglesas), que prohibe el comercio internacional con las especies incluidas en dicho apéndice [1].
"Noruega está dispuesta a ignorar los acuerdos internacionales hasta tal punto que resulta escandaloso" declaró María José Caballero, responsable de la Campaña de Océanos de Greenpeace. "La historia nos muestra que la caza comercial de ballenas siempre ha conducido a la devastación de las poblaciones balleneras. Reiniciar el comercio internacional sólo traerá consigo una caza pirata de ballenas. Representa un desastre tanto para las especies amenazadas como para las que no lo están" añadió.
El mercado nacional noruego de la carne de ballena está ya saturado y no existe un mercado para la grasa de ballena. En Japón, sin embargo, todavía existe una demanda de productos balleneros que surten a lujosos mercados. Un kilo de carne de ballena de gran calidad puede costar 150.000 pesetas [2]
Algunas compañías aéreas aún no han asegurado a Greenpeace que no transportarán en sus aviones productos balleneros: SAS (Suecia), Wideroe (Noruega), Icelandair, Braathens (Noruega), Coast Air (Noruega). Greenpeace sigue recabando el compromiso de más líneas aéreas y otras empresas de transporte para reforzar este bloqueo.
"Cualquier línea aérea que transporte productos de ballena estará contribuyendo a minar una convención dedicada a la protección de especies amenazadas y tendrá que enfrentarse a la opinión pública", añadió Mario Rodríguez, Director de Campañas de Greenpeace.
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