Las restricciones fitosanitarias y la subida energética disparan en 2,5 millones los costes de los arroceros

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Las crecientes restricciones en el uso de produc­tos fitosanitarios impuestas por la Unión Europea para combatir las plagas más comu­nes del arroz, así como las subidas de la energía eléctrica y del gasóleo agrícola han disparado los costes de producción un 28% en el cultivo del arroz en el parque natural de L’Albufera, según concluye un estudio técnico de la Aso­ciación Valenciana de Agri­cul­tores (AVA-ASAJA). “A los arroceros cada año nos cuesta más dinero producir pero no podemos repercutir este aumento de costes en el precio, hasta el extremo de que si no hubiera ayudas europeas el cultivo ya no sería viable. Se está poniendo a prueba la sostenibi­lidad del sector y del propio parque natural”, asegura el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

En concreto, los productores afrontan la nueva campaña arrocera, que arranca este fin de semana, con unos costes adi­cio­nales que superarán los 2,5 millones de euros, un incremento similar al registrado ya el año pasado. Por un lado, el gasto en electricidad se ha disparado con las últimas subidas decretadas por el Gobierno. Ade­más, el encarecimiento del gasóleo agrícola está perjudicando de manera drástica al sector arrocero al tratarse de un cultivo muy mecanizado.

Pero la “incerti­dumbre” del sector se manifiesta especialmente en los problemas derivados de las restricciones de fitosanitarios para luchar contra determinadas plagas. Así, frente a la pyricularia, la prohibición de la materia activa triziclazol obliga a realizar un tratamiento más, con el sobrecoste económico que ello supone. Para combatir la echinocloa y el pulgón también se han suprimido el propanil y el malation respec­tiva­mente. Y en el caso del nematodo, los arroceros deberán sustituir el uso del bromuro de metilo sobre la semilla por un tratamiento térmico que resulta más caro.

Aguado concluye que “la eliminación de fitosanitarios que venían utilizándose sin mayores problemas medioambientales provocan sobrecostes difíciles de asumir, más tratamientos químicos, problemas de resistencias y la proliferación de plagas de mosqui­tos y otros insectos que los ciudadanos de L’Albufera ya habían olvidado”. A este res­pec­­to, AVA-ASAJA presentó en 2010 ante el Comité de Peticiones del Parlamento Euro­peo un detallado informe sobre las dificultades que tienen los arroceros para controlar las plagas agrícolas y urbanas a causa de la nueva legislación fitosanitaria. El informe en cuestión fue admitido a trámite y la organización agraria espera la resolución.

Precisamente mañana empieza la inundación de unas 15.000 hectáreas de arroz, que este año se ha retrasado más de diez días porque las últimas lluvias dificultaban la preparación del suelo de cara a la inminente siembra. Sin embargo, a las precipitaciones cabe sumar la reciente decisión del sector arrocero de posponer y agilizar al máximo el proceso de inundación a lo largo de los distintos términos con el fin de repartir los daños cau­sados por la avifauna
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“Sabíamos que las aves, hambrientas por la falta de comida en el lago, volverían a arrasar los primeros campos que se sembraran”, señala Aguado, “de manera que, a falta de una actuación firme de las administraciones, los arroceros hemos decidido sembrar todos al mismo tiempo para evitar que se malogren cosechas enteras y tener que realizar una segunda plantación”. Las pérdidas por los perjuicios de la avifauna ascienden cada año a 300.000-400.000 euros sólo en los arrozales del parque natural, según AVA-ASAJA.

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Una respuesta a «Las restricciones fitosanitarias y la subida energética disparan en 2,5 millones los costes de los arroceros»

  1. Me alegra enormemente la noticia de que la Unión Europea haya entrado en razón y esté obligando a restringir el uso de productos fitosanitarios; que si es lo que yo entiendo, pues será que no pueden usar tantos SULFATOS TÓXICOS como han venido usando hasta ahora y que así fabricaremos menos cánceres, los peces podrán reproducirse mejor y habrá muchos menos costos a la Seguridad Social. NO SE PUEDE CONSENTIR A NINGÚN LABORATORIO NI A NINGUNA EMPRESA, como están haciendo la Syngenta, la Bayer, la Basf, la Monsanto… QUE NOS ENVENENEN COMO NOS ESTÁN HACIENDO con ROUNDUP Y CON MUCHOS QUÍMICOS QUE NO SON BIODEGRADABLES Y SI SON DISRUPTORES ENDOCRINOS y envenenan tierras y mares para siempre jamás… ¡¡¡ Anda, que entre estos y las centrales nucleares… YA NO NOS HACE FALTA QUE DIOS VENGA DICIENDO QUE ES EL FIN DEL MUNDO… nos lo estamos provocando NOSOTROS SOLITOS!!!. A los labradores les tienen comido el coco estas empresas tan sinvergüenzas, dándoles charlas sobre la bondad de sus sulfatos, herbicidas, insecticidas… y ellos como la mayoría son muy ignorantes en QUÍMICA y en BIOLOGÍA, pues todo lo usan y además en demasía. Probablemente en la mitad de las tierras no haría falta echar nada y en otras mucho menos de la mitad de lo que dicen; y seguramente se podrían vender concentrados de Hojas de roble, de Cola de caballo, o de cualquier cosa mucho mas sana y nada peligrosa para el medio ambiente que lo que nos venden.

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