Lengua Azul: El Gobierno de Aragón sacrifica 28 terneros

El Departamento de Agricultura y Alimentación del Gobierno de Aragón ha sacrificado 28 terneros provenientes de Extremadura que se encontraban en dos explotaciones de la provincia de Huesca, aquejados de fiebre catarral ovina o “lengua azul” y destruidos en una planta de transformación autorizada. Estos casos fueron detectados gracias a las actuaciones de vigilancia llevadas a cabo en Aragón tras la localización de varios focos en Andalucía y Extremadura.

La fiebre catarral ovina o “lengua azul” está causada por un virus que afecta principalmente a bovinos, caprinos y ovinos, pero no entraña riesgo alguno para la salud humana. Se trata de un episodio aislado relacionado con la procedencia de los animales, por lo que no es preceptiva la declaración de foco de “lengua azul”, pero el Departamento de Agricultura y Alimentación continúa vigilando la procedencia de los animales de las zonas afectadas sin que sea necesaria la inmovilización de toda la cabaña, dado que el mosquito vector transmisor de la enfermedad no está presente en Aragón.

Los 28 animales sacrificados dieron positivo en los análisis previos de sangre realizados por el Centro de Sanidad Animal del Departamento de Agricultura y Alimentación.

La Comunidad Autónoma de Aragón participa en el Programa de Vigilancia serológica, entomológica y seguimiento epidemiológico frente a la “lengua azul” en el área mediterránea, tras la aparición de varios episodios de “lengua azul” en Baleares, Francia e Italia en el año 2001. En Aragón, se ha mantenido un dispositivo de vigilancia de las explotaciones y de la presencia del mosquito “Culicoides imicola”, que actúa como transmisor.

Desde que el pasado verano se detectaron varios casos de “lengua azul” en Marruecos y en octubre se confirmaron otros en Andalucía y Extremadura, el Departamento de Agricultura y Alimentación ha realizado un seguimiento de todos los animales procedentes de dichas comunidades autónomas desde esa fecha. En total, se han efectuado 7.938 análisis de animales, todos ellos negativos, con excepción de los 28 terneros ahora sacrificados. Previamente, a lo largo del año se habían tomado otras 5.344 muestras.

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