Líbano: los daños en el sector agrícola se elevan a 280 millones de dólares

Nota de la FAO
Los daños y las pérdidas sufridas por la agricultura, la pesca y el sector forestal en el Líbano como resultado de las hostilidades del pasado verano se estiman en cerca de 280 millones de dólares EE.UU, según un informe dado a conocer este lunes por la FAO.

El conflicto afectó al sector agrícola de forma directa, con daños causados por los bombardeos en los cultivos, el ganado y los equipos agrícolas. Pero mucho más importante, según el estudio, fue el impacto económico indirecto en términos de perdidas de mercado y empleo.

Los bombardeos militares se centraron en la región meridional del Líbano y en los suburbios en la zona sur de Beirut, que figuran entre las zonas más pobres del país. En el Líbano meridional la agricultura en su conjunto genera el 70 de los ingresos familiares.

Pérdidas en todos los sectores

Las mayores pérdidas económicas se debieron a la imposibilidad de acceder a los campos durante el período del conflicto, que coincidió con la temporada de cosecha de algunos cultivos destinados a la exportación. Según el informe de la FAO, gran parte de la cosecha de este año se perdió en el terreno, cuando los bombardeos obligaron a los campesinos a abandonar sus tierras e imposibilitaron el transporte a los mercados.

Además, muchos terrenos agrícolas y pastizales han quedado inutilizados mientras no se eliminen las bombas sin explotar. Esta situación es especialmente grave en el Líbano meridional, en donde se estima que el 25 por ciento de la tierra cultivable es inaccesible debido a la existencia de artefactos explosivos.

El valor de los daños materiales y la pérdida de cosechas en el Líbano meridional ascienden aproximadamente a 94 millones de dólares EE.UU. En conjunto las pérdidas para el sector agrícola se estiman en unos 232 millones de dólares, según la FAO.

Unas 3.050 vacas, 1.250 toros, 15.000 cabezas de ganado ovino y caprino, 18.000 colmenas y más de 600.000 pollos se perdieron como consecuencia directa de las hostilidades. La FAO estima que las pérdidas económicas en el sector pecuario fueron de unos 22 millones de dólares.

En el sector pesquero, la destrucción de equipos e infraestructuras en el puerto de Ouzai, y la pérdida de 328 embarcaciones con sus aparejos suponen daños por 3 millones de dólares. Los ataques a las explotaciones de trucha en Hermel y en el valle de la Bekaa causaron la pérdida de unas 300 toneladas de pescado. La evaluación de la FAO sitúa en total las pérdidas al sector pesquero en 9,7 millones de dólares.

En el sector forestal, la estimación de daños es de unos 16 millones de dólares, debido principalmente a la imposibilidad de apagar los incendios forestales durante el conflicto.

Espiral de deudas

“Con la pérdida de ingresos debido a los daños en los cultivos y la ganadería, muchos campesinos se encuentran endeudados, ya que normalmente saldan sus deudas durante el periodo de la cosecha –de mayo a octubre- para poder seguir obteniendo crédito para la siguiente temporada productiva”, explicó Anne Bauer, responsable de la Dirección de Operaciones de Emergencia y Rehabilitación de la FAO. “Este año su capacidad para repagar las deudas se ha reducido al mínimo, impidiendo que inicien el nuevo ciclo de cultivo debido a la falta de capital”.

La FAO ha identificado diversas iniciativas prioritarias para ejecutar durante los próximos 6 a 12 meses para hacer frente a la situación crítica en que se encuentran las comunidades rurales vulnerables en el Líbano meridional.

De momento se han obtenido fondos para establecer una oficina de coordinación para las actividades de recuperación en el Líbano meridional. Sin embargo la FAO necesita obtener unos 17 millones de dólares EE.UU. para desarrollar otras iniciativas prioritarias.

De particular importancia resulta el suministro de insumos agrícolas, como semillas y plantones, fertilizantes y pequeños equipos de regadío, que permitan reiniciar las actividades agrícolas, según la FAO, para quien estas actividades deben realizarse de forma coordinada con la eliminación de artefactos explosivos. Los pequeños horticultores también necesitan ayuda para sustituir los invernaderos dañados, replantar los huertos y recibir formación en buenas prácticas agrícolas.

La ayuda a los ganaderos afectados por la guerra, que se encuentran entre los grupos más pobres de la población rural, incluirá reponer el ganado y la distribución de animales y colmenas, así como el suministro de medicamentos veterinarios, piensos y equipos para las explotaciones lecheras, el tratamiento y el procesado de la leche.

Igualmente se necesitan fondos para la rehabilitación de las infraestructuras del sector pesquero y la entrega de insumos a los acuicultores. También para la evaluación detallada de los daños en la cubierta forestal, a través de imágenes satelitales.

FAO

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