Al llegar el Oceana Ranger a la zona del hundimiento ha encontrado un fuerte olor a combustible y una capa aceitosa cubriendo la superficie del agua en la zona.
El buque de la organización de investigación y defensa de los océanos lleva a bordo un robot submarino y un equipo de submarinistas profesionales y experimentados que podrían ponerse a disposición del Gobierno para analizar el estado del Don Pedro en los fondos marinos.
Oceana también ha ofrecido un segundo robot de menor dimensión para que mientras uno de ellos pueda trabajar por el exterior del buque, el otro pueda incluso introducirse en su interior si fuera necesario. Ambos robots pueden filmar el estado del casco para su posterior estudio y análisis, lo que facilitaría la evaluación de los daños sufridos por el buque, los trabajos en el casco, su posterior recuperación y las actividades para reflotarlo.
Los robots de los que dispone la organización podrían agilizar las tareas de salvamento ya que su gran versatilidad permitiría observar el estado del barco sin necesidad de arriesgar la vida de personas.
El Oceana Ranger partió de aguas de la Comunidad Valenciana, donde se encontraba realizando un estudio de sus fondos marinos, y llegó a primera hora de la mañana a las Islas Baleares.
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