Han comenzado a destruir los pepinos arrojándolos en la arena de la playa del anejo motrileño de Carchuna, zona en la que, junto con Calahonda, se concentra la mayoría de la producción de este producto en el municipio granadino.
Los productores de pepino estiman que cada parcela de invernadero tiene una producción diaria de más de 3.000 kilos, dependiendo de la extensión, si bien en los últimos días las movilizaciones protagonizadas por los agricultores se han acumulado más hortalizas que no han salido al mercado.
Los agricultores aseguran que destruirán la producción total de pepinos durante esta semana «hasta que se desatasquen las plataformas de venta, que es la excusa para pagar esos precios tan bajos». Los productores de otras localidades de la provincia como Castell de Ferro o Castillo de Baños también están destruyendo el producto para no llevarlo al mercado y que se reduzca la oferta.
Los agricultores han pedido a las alhóndigas y a los políticos más apoyo «para dar una solución a la agricultura que es el principal futuro económico de la Costa Tropical y de la provincia».
Por otro lado, el presidente de la Entidad Local Autónoma de Carchuna y Calahonda, Manuel Estévez (PDDC), lamentó que los agricultores «tengan que deshacerse de su producción que tanto trabajo cuesta cultivar».
Estévez destacó que los agricultores son los que tienen en su mano la decisión de «abastecer y desabastercer el mercado» para controlar los precios y señaló que está manteniendo negociaciones con la Consejería de Agricultura para evitar «este dramático y lamentable espectáculo».
El teniente de alcalde de Agricultura de Motril, Francisco Villoslada (PA-PAICC), manifestó que con la destrucción de pepinos se pierde «el fruto de muchas hora de trabajo» y destacó que el pleno municipal debatirá una moción este viernes para apoyar a los agricultores. Una vez que concluya la protesta, el Ayuntamiento de Motril retirará los pepinos de la arena «para evitar más gastos a los agricultores».
Europa Press